El Cabildo de Gran Canaria emite deuda pública para que pymes y autónomos inviertan en la RIC
El Cabildo de Gran Canaria saca una emisión de deuda pública por 21,2 millones de euros a cinco años para ofrecer una vía de inversión de los fondos de la RIC a pequeños y medianos empresarios, así como a autónomos que hayan tenido dificultades para reinvertirlos en otros supuestos. Los interesados deberán acudir entre mañana, día 6 de noviembre, y el próximo miércoles, día 8, a los bancos colaboradores: Santander, Bilvao Vizcaya Argentaria, Caixabank, Caja Rural, Cooperativo Español, Bankinter, Sabadell, Arquia, March y Bankia.
La Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) es un instrumento del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) por el que los empresarios ahorran el 90% del Impuesto de Sociedades con el compromiso de reinvertirlo en tres años. Asimismo, contempla deducciones para los autónomos que declaran a través del Impuesto de la Renta a Personas Físicas (IRPF), quienes ahorran así un 80% de su cuota.
Sin embargo, en época de crisis cumplir con este compromiso de reinversión es más complicado y la consecuencia es que hay que devolver el impuesto ahorrado con intereses al Ministerio de Hacienda, de manera que no se queda en Canarias. Para esos casos está pensado esta emisión de deuda pública, de 21,2 millones de euros. Dado que los supuestos de la RIC contemplan la posibilidad de invertirlo también en deuda pública, el Cabildo ha decidido aprovechar el vencimiento de una deuda de 21,8 millones para sustituirla por otra y ofrecer esta posibilidad al mercado, ya que este es el objetivo y no la autofinanciación de la Institución, ya que los ingresos de los que dispone son suficientes para cubrir la totalidad de los gastos presupuestados.
Para favorecer exclusivamente a pymes y a autónomos, el Cabildo garantiza un mínimo de 15.000 euros por solicitud, en vez de solo 5.000 euros como en anteriores emisiones, porque comenzando por distribuir solo 5.000 euros a cada peticionario, el sobrante puede ser mayor y la distribución posterior beneficia a las grandes empresas, lo que se evita comenzando por adjudicar de entrada 15.000 euros a cada uno.
Si las peticiones superan la cuantía disponible, los 15.000 euros bajarán progresivamente hasta atender todas las peticiones y finalmente lograr la mayor distribución posible. A los cinco años, el importe será devuelto a los inversores con el sello de haber cumplido con las exigencias de la RIC.