“Crear equipamientos de grandes dimensiones en zonas de gran presión especulativa, para uso privado, es una forma de actuar poco válida para los ciudadanos de Las Palmas”
Naira Gallardo Ruiz – arquitecto, máster en rehabilitación, coautora del proyecto ‘lp+futura’, para la Ordenación Integral del Litoral de Las Palmas de Gran Canaria’
Próximamente se construirá el Parque Marítimo Muelle Santa Catalina, un proyecto que se suma a otros levantados en la misma zona, como el centro comercial, o que se edificarán en poco tiempo, como el gran acuario. Todas esas iniciativas dejan de lado el ‘Concurso de Ideas para la Ordenación Integral del Litoral de Las Palmas de Gran Canaria’, que se organizó en el año 2009 y que ganaron las arquitectas Gallardo, Gerstberger y Morales, con el proyecto ‘lp+futura’. Pretendía generar un plan estratégico para configurar la ciudad y cambiarla a largo plazo. Y proponía, a través de herramientas urbanísticas globales, descentralizar los focos de interés generando una igualdad social de los barrios en contacto con el frente marítimo y atajar el problema de las comunicaciones.
A este respecto, Naira Gallardo Ruiz indica a CANARIAS EMPRESARIAL que estos equipamientos que se van a construir ahora, de grandes dimensiones, en zonas donde hay una gran presión especulativa, para uso privado, “es una forma de actuar que se ha demostrado poco válida para los ciudadanos de Las Palmas”.
-¿El proyecto del Parque Marítimo en Santa Catalina tiene algo que ver con el proyecto ‘lp+futura’ con el que usted, junto a Gerstberger y Morales, ganaron el concurso de ideas para la ordenación del litoral de Las Palmas de Gran Canaria, en el año 2009?
“En mi opinión, la mayor virtud del ‘Concurso de Ideas para la Ordenación Integral del Litoral de Las Palmas de Gran Canaria’ era la posibilidad de generar un plan estratégico para configurar la ciudad y cambiarla a largo plazo. El proyecto ‘lp+futura’ proporcionaba propuestas estructurales y reflexionaba sobre los problemas generales de la ciudad. Proponíamos, a través de herramientas urbanísticas globales, la descentralización de los focos de interés generando una igualdad social de los barrios en contacto con el frente marítimo y una serie de elementos que atajaran el problema de las comunicaciones (tráfico rodado en su mayoría). Esto se traducía en un proyecto a gran escala que aportaba soluciones a toda la ciudad. Sin la aplicación previa de esas soluciones globales el proyecto queda diluido en soluciones puntuales y sectorizadas que, independientemente de que su formalización recuerde o no a la estética de nuestro proyecto, se alejan del espíritu de la propuesta. A estas alturas se ha demostrado que el espíritu que dominó el concurso y nuestra propuesta, con la que la ciudadanía se sintió identificada pues fue la propuesta mejor valorada en la consulta pública que se realizó, no ha prevalecido. Proyectos como el gran Acuario son una agresión a mi visión de la ciudad de Las Palmas, colmatando la única zona libre del área Puerto-Santa Catalina, sumándose a otro gran error urbanístico como es el centro comercial. Es un nuevo equipamiento privado situado en una de las zonas que más han sufrido urbanísticamente y cuyo equilibrio ha sido enormemente atacado a lo largo de estos años de presión especulativa”.
-¿Qué la parece el proyecto que se va a construir, la primera fase del Parque Marítimo Muelle Santa Catalina?
“Creo que no es el momento de volver a proponer de nuevo proyectos estrella. Para mí, la filosofía de crear equipamientos de grandes dimensiones, siempre focalizados en zonas donde hay mayor presión especulativa, para uso privado, es un error y es una forma de actuar que se ha demostrado poco válida, al menos poco válida para los ciudadanos de Las Palmas. No creo que sea la manera de enfocar la situación”. “Las preguntas que me planteo son: ¿solucionan estos proyectos los problemas estructurales de la ciudad?, ¿se plantean después de una reflexión global concertada con la ciudadanía, sopesando y analizando actuaciones anteriores para no repetir errores?, ¿van a mejorar la calidad de vida del habitante medio de Las Palmas de manera global?, ¿por qué y para quién se construyen? La mayor virtud del ‘Concurso de Ideas para la Ordenación Integral del Litoral’ fue ver la ciudad a lo grande, en su totalidad y buscar soluciones igualmente globales. Los anglosajones suelen denominarlo ‘the big picture’, es decir, no quedarnos con una visión sesgada de los problemas. Creo sinceramente que no se ha mirado la ciudad a lo grande y por lo tanto no se han buscado soluciones a lo grande, entendiendo esto no como grandes proyectos estrella, sino como grandes soluciones urbanísticas transformadoras de la ciudad. Creo que debemos buscar grandes planes urbanísticos y no quedarnos en la cirugía estética que suponen los proyectos sectoriales”.
-¿Cuál será la consecuencia de que el ayuntamiento haya dejado de lado el proyecto ganador del ‘Concurso de Ideas para la Ordenación Integral del Litoral de Las Palmas de Gran Canaria’ del año 2009?
“El ayuntamiento se reservaba el derecho a realizar las modificaciones que considerase necesarias una vez dirimido el concurso. Las ideas aportadas por los concursantes podrían no solo modificarse, sino incluso mezclarse. Por lo tanto, el concurso era un punto de partida que debería haberse continuado con una serie de trabajos y reflexiones posteriores que marcaran las directrices a seguir, con las ideas y conclusiones a las que se llegó tras el trabajo del concurso. Sin esa reflexión sobre a dónde queremos llevar la ciudad el proyecto presentado en el concurso queda diluido en soluciones puntuales y sectoriales, corriendo el riesgo de perder su mayor virtud: la articulación longitudinal del frente, la conexión transversal de la ciudad con el mar y la solución de los problemas a través del litoral (el frente marítimo no es un problema, sino la solución). Sin entrar a valorar los proyectos realizados por sectores, me parece una oportunidad perdida. Lo que realmente me gustó del planteamiento del concurso fue su vocación global, la decisión de “atacar” el frente marítimo como un todo. Para mí, el litoral no es un problema para la ciudad, un problema concreto en el que haya que pensarse como se solucionan las piezas de un puzzle por partes. No me interesa como se soluciona el contacto directo, el proyecto directo. No me interesa la formalización del proyecto. Lo que quiero reflexionar es cómo queremos que sea la ciudad en el futuro (lp+futura) y cómo podemos utilizar el frente marítimo para re-convertirla en lo que queremos”.
-De esta manera, cada proyecto del litoral de Las Palmas de Gran Canaria tendrá autores diferentes. ¿Eso será bueno o será malo?
“Que la solución de las zonas esté resuelta por distintos autores no es una mala solución, la ciudad debe construirse bebiendo de múltiples fuentes, aunque siempre con un hilo conductor, un plan estratégico en el que deben de estar presentes múltiples parámetros decididos por la ciudadanía y canalizados por las administraciones públicas: criterios ecológicos, relación con el mar, distribución de los equipamientos, tratamiento del tráfico rodado y de los transportes públicos… Me preocupa que este plan estratégico realmente no exista o no llegue al ciudadano. Y sobre todo me preocupa que sigamos con la misma política urbanística que se lleva aplicando en esta isla en los últimos años. Como dije antes, no me interesa la cirugía estética de la zona, si ponemos gradas o plataformas. Hay que mirar más allá de los árboles para ver el bosque. Y el verdadero bosque, el verdadero problema, es que la ciudad de Las Palmas, con su gran potencial, tiene un frente marítimo catastrófico. Donde otras ciudades han sabido marcar su diferencia, en nuestra ciudad tenemos una zona desdibujada y caótica que genera desasosiego en el paseante, donde solo nos queda la belleza intrínseca del mar”. ●