“Es necesaria una nueva regulación del alquiler vacacional pero es muy probable que no lleguemos a la liberalización total”

Juan Miguel De León – empresario, fundador del proyecto Flatguest
El polémico decreto que regula el alquiler vacacional en Canarias, aprobado al final de la pasada legislatura de forma precipitada, acaba de ser anulado, en parte, por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Aunque el Gobierno no modificará la normativa hasta que no finalice el proceso judicial, puesto que quedan por dictarse las sentencias correspondientes a los tres recursos aún pendientes. Los aspectos más controvertidos del reglamento son: la exclusión de las viviendas vacacionales situadas en zonas turísticas y la prohibición del alquiler por habitaciones (‘bed & breakfast’). “Es necesaria una nueva regulación del alquiler vacacional pero es muy probable que no lleguemos a la liberalización total del sector”, asegura a CANARIAS EMPRESARIAL, Juan Miguel De León, fundador del proyecto Flatguest, una plataforma canaria que ofrece servicio integral para la gestión de alquileres.
-¿Qué le parece esta primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que anula parte del decreto que regula el alquiler vacacional en las Islas? ¿Es posible la liberalización total del sector del alquiler vacacional en las zonas turísticas?
«Se trata de una gran noticia para Canarias. La sentencia, aunque aún no es firme porque puede ser recurrida, reafirma las reivindicaciones que muchos ciudadanos, empresas y organismos como la CNMC hacían para que el decreto se convierta en una regulación justa que mire por el bien común y ahora el Gobierno de Canarias debe tomar buena nota de lo que está pasando. Es necesaria una nueva regulación, pero es muy probable que no lleguemos a la liberalización total del sector, o al menos no todavía, porque el principio de unidad de explotación de la Ley de Ordenación del Turismo de Canarias entra en conflicto con la actividad del Alquiler Vacacional cuando un propietario tiene su apartamento en un complejo turístico que gestiona una empresa explotadora ya que no podría alquilarlo por su cuenta».
-¿Es posible la convivencia entre el sector del alquiler vacacional y el sector hostelero tradicional?
«El huésped que se aloja en un hotel suele tener un perfil y unas motivaciones bastante diferentes al que lo hace en una vivienda vacacional. Quien se aloja en una vivienda vacacional va buscando entrar en contacto con el destino que visita en mayor medida, vivir por unos días como un habitante del lugar, tener un trato más cercano y sentirse como en casa, mientras que quien lo hace en un hotel normalmente busca una mayor comodidad y seguridad, variedad de servicios e instalaciones y atención permanente. Son perfiles compatibles y por tanto pueden convivir juntos perfectamente. Esto será positivo para todo el sector turístico ya que obligará a todas las partes a ofrecer cada vez un servicio más completo, más diferenciado y de más calidad y sólo quedarán fuera quienes no sepan adaptarse».
-Si se liberaliza finalmente el alquiler vacacional, repercutirá directamente en la actividad de ‘Flatguest’. ¿En qué medida?
«La liberalización del alquiler vacacional provocaría que aumentase el número de propietarios interesados en poner sus viviendas en esta modalidad porque el suelo turístico en Canarias es mucho y el alquiler vacacional es una actividad atractiva para quienes quieren obtener un rendimiento de sus viviendas. No obstante, salvo que el número de turistas que recibimos en Canarias aumente en la misma o mayor proporción, los potenciales clientes-turistas van a tener más opciones donde elegir, por eso es fundamental mantener un nivel de calidad lo más alto posible que evite que el número de reservas disminuya, pero no todos los propietarios de viviendas tienen el tiempo o los conocimientos necesarios para mantener ese nivel de organización y ese alto nivel de satisfacción de sus huéspedes, y ahí es donde se centra Flatguest, en dar un valor añadido a cada vivienda, llevar una gestión profesional y centrarse en las necesidades de los huéspedes. Así que somos optimistas porque para nosotros es una oportunidad de crecer y de aportar nuestro granito de arena para que ese crecimiento del mercado sea sostenible y beneficioso para las islas».
-El alquiler vacacional en Barcelona se acogió con mucha vehemencia, pero ahora allí están dando marcha atrás. ¿Qué se hizo mal?
«El «boom» del alquiler vacacional es un fenómeno global reciente que las administraciones públicas aún están intentando comprender y encajar. El crecimiento exponencial que han tenido no siempre ha estado acompañado de medidas acertadas y Barcelona ha sido pionera en muchas de estas medidas por lo que ha tenido que ir adaptando poco a poco su legislación. Creo que el primer paso debería ser aceptar esta actividad como una realidad que no se puede parar, para luego establecer los mecanismos necesarios que garanticen que toda vivienda que se sume cumpla con unos mínimos que cubran las expectativas de los turistas que nos visitan».
-¿Cómo se debería organizar el alquiler vacacional en Canarias? ¿Se debe controlar la calidad de las viviendas?
«En Canarias debe haber una normativa que regule el alquiler vacacional similar a la que existe actualmente pero pensando en todos los canarios y en el futuro del sector turístico. En una comunidad como Canarias, en la que vivimos principalmente del turismo, no podemos descuidar la calidad que ofrecemos porque un turista satisfecho no solo va a volver sino que va a recomendarnos a otras personas, en cambio, el impacto que puede provocar un turista decepcionado puede ser bastante mayor y va a impedir que más personas nos visiten. Por eso es necesario que los organismos públicos controlen la calidad de las viviendas vacacionales, igual que se hace con otro tipo de alojamientos, aunque entendiendo las especificidades de estas. El registro de cada vivienda que se deriva de esta normativa deberá ser útil, además, para el control de la declaración de impuestos aunque sería conveniente contar también con la colaboración de los canales de publicación como Airbnb, Homeaway o Booking para detectar posibles fraudes y situaciones irregulares, no solo en lo que a impuestos se refiere sino también en posibles estafas a turistas. Aquí Flatguest también pone solución a estos problemas ya que asesoramos a los propietarios en la parte fiscal y legal de su alquiler, facilitamos los trámites burocráticos que sean necesarios y servimos de garantía, de cara al turista, al verificar y llevar un control sobre cada vivienda con la que trabajamos».
