“La industria turística en Canarias incrementa las llegadas y sus beneficios y esto nos hace pensar que puede morir de éxito”

Guillermo José Barreto – asesor empresarial
Crece el número de llegada de turistas a Canarias y por tanto los beneficios de la industria, y por otro lado, se incrementa las desigualdades sociales y el riesgo de pobreza o exclusión social. La relación de esos dos datos aparece cada vez más en los medios de comunicación. A este respecto, en la vigesimoctava entrega de la sección ‘EconomyTur’, el asesor empresarial Guillermo José Barreto, señala que “esto nos hace pensar que la industria puede morir de éxito”, y por otro lado, relaciona la pobreza en las islas con el incremento de los precios de la vivienda. “Los precios que se pagan por el alquiler de viviendas son inviables para el sueldo medio de un trabajador normal, y apenas hay vivienda social”.
-¿Por qué cree que cada vez se habla más de que el turismo no solo no reduce la desigualdad social sino que la incrementa?
«Las pernoctaciones hoteleras han vuelto a subir, mes a mes desde enero, pero teniendo en cuenta los dos últimos meses: junio y julio, como punto de referencia, estamos hablando de unos 901.000 viajeros, y de eso, un 70% son extranjeros. Y por otro lado, Canarias es la segunda comunidad con mayor riesgo de pobreza o exclusión social. Esto nos hace pensar que la industria puede morir de éxito. Ya se habla que, en el conjunto de España y durante todo el año se puede alcanzar la cifra de 100 millones de turistas.
Mirando las cifras macros sobre el asunto de la vivienda, el que tenga propiedades prefiere alquilarlas como viviendas vacacionales, porque saca mayor beneficio, y eso resta el número de viviendas disponibles para el alquiler a ciudadanos locales. Y por otro lado, los alquileres locales también están subiendo su precio. He visto en buscadores de pisos de alquiler en Madrid, Barcelona y Valencia, que el alqiler de un piso de unos 80 m², con dos o tres habitaciones, está en torno a 1.350€, que es inviable para el sueldo medio de un trabajador normal. Y Canarias no se libra de eso, también estamos en una situación muy mala, porque las rentas de vivienda también han subido, apenas hay vivienda social, eso unido a la inmigración irregular, que llegan en grandes cantidades, tampoco hay viviendas para ellos.
De ahí viene esa tasa de pobreza, e incluso se está hablando ya del trabajador pobre. Antes el que tenía un trabajo, su sueldo le daba para vivir, pero hoy en día le pasa a muchos trabajadores que su sueldo no les da para vivir. Eso es lo complicado de este tema, y de que se habla de morir de éxito, teniendo en cuenta que esa gran afluencia de turismo deja mucho dinero, pero no deja todo el que debería. Los sueldos no suben acordes a esos dineros que entran, para la gran mayoría de trabajadores, y aunque se diga que se crean puestos de trabajo, no dicen eso los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa).
Pese a la nueva ley, se están sustituyendo contratos indefinidos, por contratos por obras y servicios. Y todo eso hace que Canarias tenga unas tasas de pobreza más altas de España. Vivir en las islas tiene este inconveniente, entre otros, para trabajar en otra comunidad te tiene que desplazar a vivir a ella, salir fuera de las islas. Eso es lo que le está pasando con muchos jóvenes talentosos, con proyectos interesantes, que se están yendo a otros países. Se debe intentar atajar para que ese talento se quede en las islas y creen riqueza».
-¿Qué le parece la propuesta de Yolanda Díaz de experimentar su plan antiturismo en Canarias creando cupos de entrada para los viajeros?
«Es un asunto muy interesante de cara al TIS – Tourism Innovation Summit 2024, que se celebrará en octubre en Sevilla, donde se hablará de la experiencia en varias ciudades importantes como Roma, Ámsterdam, Madrid y Venecia, que reciben un turismo masivo, para hacer que sea sostenible. Me planteo la pregunta: ¿la ecotasa hará que el turista no venga o evitará la masificación? Si usamos la ecotasa como una medida de presión para reducir el impacto del la llegada de un gran número de turistas, ¿será efectivo? Yo creo que no.
El que quiere ir a una determinada ciudad, irá, a pesar de la ecotasa que deba pagar. Y pongo como ejemplo un caso personal: he estado tres veces en Florencia, y allí se paga una tasa de pernoctación por día y por persona, de unos 90 euros por diez días y dos personas. Pero como tenía intención de ir, los pagué. La ecostasa puede ser una fórmula recaudatoria que se emplee para arreglar y mantener las infraestructuras del entorno. También podría ir a un fondo de ayuda local, para personas necesitadas, pero no como medida de presión para que los turistas no vengan.
Y por otro lado, en algunos lugares de pone un cupo para la entrada de visitantes, como los hacen por ejemplo en las islas Cíes, que creo que está en torno a 2.000 personas diarias, y también se hace en La Graciosa. Ahí se paga una ecotasa que se reinvierte para aliviar el impacto que producen los turistas en el medio. Pero cuando hablamos de una isla con mayor población, como Gran Canaria, con turistas que llegan con diferentes intereses: disfrutar del sol y la playa; el senderismo; los deportes náuticos; turismo rural; congresos; festivales… No se trata de limitar la entrada de turistas para que sea más sostenible, sino en focalizar de alguna manera y atraer a un turista con mayor poder adquisitivo y que se gaste más dinero en destino. Yo creo que por ahí deben ir las soluciones».
-¿Qué le parece la campaña de Turismo de Canarias, para conciencia en los aeropuertos de las islas sobre el respeto a los espacios naturales?
«Se trata de remover conciencia, y apostar por la concienciación y educación, en el destino, en cuanto al respeto que se debe tener con el entorno y el medio al que se visita. Tiene se hacerse así, aunque luego hay turistas que ya están concienciados, como los del norte de Europa, por lo tanto a ellos no hay que dirigirse. Hay que centrase en el target concreto, aquellos turistas que no lo tienen asumido. El turista hará en las islas lo que hace en su país. Si viajamos a países nórdicos veremos el respeto que tienen sus habitantes por el medio ambiente y lo mentalizados que están por cuidar el entorno, y en cambio en otros países, no tiene nada que ver.
También Turismo de Canarias hace este tipo de campañas en radios locales y en español, que debe estar dirigido a los propios canarios y a los peninsulares, porque tampoco estamos muy mentalizados. Me imagino que en redes sociales deben haber versiones en otros idiomas, quiero entender que es así, y que se ponga en los canales oportunos para que llegue al colectivo que se quiere llegar.
Este tipo de campañas hay que hacerlas, aunque a muchos no les sirva. No servirá para todos pero seguramente sirve para algunos, y por eso habrá que apostar por ello, porque las conciencias se remueven con estos actos que podamos hacer y porque es el recurso que tenemos».
-La Fundación Starlight exporta el modelo de astroturismo que tan bien ha funcionado en las Islas, a otros territorios, creará una Guía para la Creación de Productos y Experiencias Astroturísticas…
«La Fundación Starlight empezó esta iniciativa en Canarias hace ya algunos años, con la misión de de valorar y proteger la calidad del cielo, la difusión de la astronomía y generar economía a través del astroturismo, y lo hacen a través de su certificación. Creo que en canarias esta iniciativa ha tenido mucho éxito, camina cada vez más lejos, y ahora se difunde al exterior.
Cada vez hay más gente aficionada a la astronomía, y que son personas que se pueden permitir viajar a distintos lugares buscando nuevas experiencias en este sentido, con un poder adquisitivo bastante alto. Me parece muy interesante que sea la Fundación Starlight, nacida en las islas, la que esté promocionando esta iniciativa, teniendo en cuenta sobre todo que en las islas tenemos unos cielos estupendos, con poca contaminación lumínica, y esto hará que lleguen Canarias más personas interesados en el astroturismo».
