“A la hora de contratar una habitación de hotel prefieres verla en 3D que en las fotos que te pone la web, que parece de los años 90”

Jimmy Pons – Innovation Maker
Involucrado en el desarrollo de proyectos en Internet desde 1996 con enfoque en turismo en España y América Latina, Jimmy Pons ha sido ponente recientemente en el DES (Digital Enterprise Show) de Málaga, donde expuso cómo ve el futuro del turismo, “una confluencia de humanidad, sostenibilidad y tecnologías emergentes”. El experto ha hablado con CANARIAS EMPRESARIAL de su experiencia de más de 25 años como Innovation Maker, y como profesor en escuelas de negocio, impartiendo materias como innovación, transformación digital, sostenibilidad, web3, experiencia de cliente e inteligencia emocional en el sector turístico. Actualmente, está investigando y desarrollando proyectos sobre cómo la inteligencia artificial, la red blockchain, las criptomonedas, los coleccionables digitales (NFTs) y los metaversos afectarán a la industria del turismo. También es cofundador de NFT Management System, una herramienta de gestión para campañas de marketing web3.
-¿Dónde estamos tecnológicamente hablando y hacia dónde vamos, en concreto, en el sector del turismo?
“El turismo, en mi opinión, es igual a sociedad. A veces, los que trabajamos en el sector del turismo, pensamos que no somos viajeros turistas. Igual que evoluciona la sociedad tecnológicamente, socialmente y culturalmente, debemos adaptar nuestras empresas y nuestros productos a los nichos de la sociedad.
Al final la sociedad se estructura en tribus, igual que hace miles de años. Sobre todo las redes sociales, Internet, hace que conectemos con gente que de otra manera nunca conectaríamos, que tiene unos valores, una serie de cosas que nos unen, como a una tribu. Entonces, si tú eres una empresa, tienes que ver qué tribus existen, y si te gusta una tribu, debes crear productos de valor o contenidos para esa tribu. Eso es lo que hoy en día llamamos la especialización: hoteles solo para adultos, para niños, para gays, para mujeres… La hiper-segmentación está creando tribus. Y por otro lado está el café para todos, que también está bien. Antes las divisiones eran: lujo, sol y playa, esquí… Pero ahora hay tribus, y estás se mueven por excusas de viaje: ¿por qué voy a tal sitio? Porque puedo hacer tal cosa, porque pertenece a mi cultura de vida, porque me encuentro con mi tribu.
Lo primero que hay que entender es: ¿cómo se estructura la sociedad de hoy, y cómo será la de dentro de 10 años? Pero eso no se prepara en una tarde. Hay que hacer un trabajo exhaustivo de definir las tribus, lo que les gusta, cómo se comunican…”
-A raíz de su ponencia, y de lo que habla, se me ocurre preguntarle: ¿puede pasar en el futuro que las personas desde sus casas hagan turismo?
“Evidentemente, ya existe, se trata del metaverso, del mundo virtual. Aunque hoy solo existen proto metaversos y estos se deben desarrollar. Pese a que algunos se empeñen en decir que está muerto, igual que decían, en el año 95, que Internet estaba acabado. Al final todos sabemos que del 2D se pasará al 3D como una evolución natural, y eso es el metaverso. Por ejemplo, Hotelverse en el fondo es una central de reservas en 3D, aunque no es todavía metaverso como yo lo entiendo pero es un paso previo. Está claro que a la hora de decidir contratar una habitación prefieres verla en 3D que en fotos normales. Eso es lo que está pasando, ya está habiendo una evolución. Por lo tanto las empresas, las que quieran vender a según qué tribus tendrán que estar en 3D. Y quien diga que no, al final tendrá que pasar por el aro”.
-¿Pero qué hacemos con la brecha digital? Hay un colectivo que cada vez se distancia más de los que nacen digitalmente.
“Mi madre, que ya tiene 76 años, usa Whatsapp como nadie. ¿Por qué? Porque ha necesitado usarlo. El problema de la brecha digital surge porque a determinadas personas no les interesa la tecnología. Pero cada vez será más sencilla, más fácil. Hoy por hoy la gente le pude hablar al smartphone, y con la inteligencia artificial no hará falta teclear. ‘Siri’ es un esperpento, que todavía no va bien, comparado con lo que puede llegar a ser. Llegará el momento en el que le hablaremos a la máquina, y le diremos qué queremos que haga, como pasa hoy con ChatGPT-4.
Cuando entrabas a trabajar en turismo debías hablar alemán, inglés, francés… Y en base a los idiomas que manejabas ganabas más o menos. Pues ahora hay un nuevo idioma, que es el de las máquinas, pero no para decirle: “llama a María, mi mujer”, y te marca su número, sino para que hagan lo que tú quieres. ChatGPT-4 o Midjourney, que son los que yo uso, les pido con unos códigos que entiende la máquina, que me hagan algo.
Le digo: soy un consultor, o soy un profesor, o soy un escritor, y quiero que me hagas un artículo sobre este tema para gente que no es experta en tecnología, y quiero que me busques además, ejemplos prácticos, fácilmente entendibles. Eso se llama crear un ‘prompt’, y el ‘prompting’ es un idioma que debes usar para decirle a la máquina que te haga el artículo, después debes aportarle tu parte para que tenga tu impronta, en mi caso hoy la Inteligencia Artificial ya hace el 40 % del trabajo en mis presentaciones y artículos de mi blog (textos e imágenes). La tecnología será cada vez más humana, más fácil. ¿Por qué?, porque los de la tecnología saben que si no lo hacen así, a esto no se apuntará nadie”.
-¿No verte cara a cara con la persona, con tus clientes, cree que será un problema?
“Le tecnología nunca será un problema, sino una herramienta. Es como un cuchillo, con el que te puedo ayudar a extraerte una bala, o clavártelo en el corazón. Es decir, depende de como lo uses, te salvará la vida o te matará. Muchos dicen que van a un restaurante con amigos, y todos están mirando la pantalla del móvil sin comunicarse entre sí. ¿Quién provoca el problema? La persona que tienes sentada al lado y no es capaz de hablarte. Mi madre que vive en Menorca, y que a raíz de la pandemia, hace dos años que no la veo, si no tuviera whatshap y videocamara, no la podría ver. Depende de cómo usemos la tecnología, y nosotros decidimos. Si sirve para comunicarme con mi madre cada tres días, es maravillosa, pero si tú no eres capaz de entender que hay momentos que hay que desconectar y apagar el móvil, el problema lo tienes tú en realidad”.
-Y acerca de la formación, ¿cree que las universidades están preparadas para formar sobre las nuevas profesiones que se van a implantar con las nuevas tecnologías?
“Creo que la universidad no está preparada, pero no es para echarles la culpa. La universidad tiene muchas normas y protocolos que frenan que sea ágil. El problema no es de las personas que dirigen las universidades, sino de las reglas que vienen desde fuera. Cambiar algo es una odisea, y cuando ya lo logras, resulta que se ha quedado anticuado. En la universidad hay mucha gente comodona, que prefiere mantenerse en su zona de confort, pero también hay mucha otra, que le gustaría cambiar o adaptar muchas cosas, pero se ve frenada por un entorno que no lo facilita. Eso no significa que no haya que intentarlo.
Se ha hecho mucho esfuerzo por parte de la universidad de acercarse al mundo real, porque los estudiantes después se deben enfrentar a él, que no es teórico. Pongo el ejemplo de mi hijo, quien va a entrar en la U-tad para estudiar diseño, 3D, animación, metaverso… Yo le digo está bien que consolides la base, la experiencia, los valores que te da la universidad, que es maravillosa. Y eso lo digo yo que no he estudiado en la universidad, bueno, he estudiado en la universidad de la vida que también es bastante. Pero, le he dicho, haz las asignaturas, pero mira de reojo qué inteligencia artificial se está creando que pueda ayudarte a trabajar mejor y más rápido, pero no te olvides que cuando termines tus cuatro años más dos años de especialización en un máster, habrá una inteligencia artificial que harán el 50% del trabajo que tú has aprendido”.
-¿La formación debe ser continua?
“El ‘lifelong learning’ es cada vez más importante. Ya pasaba con los médicos, los jueces, los abogados, que debían estar continuamente actualizando sus conocimientos, porque corrían el riesgo de quedarse atrás. El resto de la gente pensaba: me formaré en la universidad, y luego aprenderé mientras trabajo. Eso ha cambiado y el concepto del aprendizaje continuo se ha generalizado para todas las profesiones, sobre todo en aquellas que cambian cada 5 minutos”.
-¿Qué cambiaría de su vida actual?
“Te parecerá una tontería, pero desearía haber ido a la universidad. Pero no por el conocimiento, porque la universidad tiene una parte del mismo, el teórico, pero el práctico está afuera. Creo que la universidad debería hacer un mix. Mi mujer es profesora de universidad, por eso en mi casa se habla mucho de estos temas. Ahora con ChatGPT-4 ya no sabes si los trabajos que entregan los estudiantes están hechos por una inteligencia artificial en media hora, o por alguien que se la ha trabajado durante tres días. ¿Cómo evaluar si la persona sabe o no? ¿Por el trabajo que me ha entregado, que parece que sabe muchísimo, pero no tengo manera de evaluar? Y, por otro lado, el Turnitin todavía no detecta los textos redactados con IA. Yo creo que el modelo de la universidad debe ser un mix entre el mundo real y el mundo académico, y que me demuestres lo que has hecho y no solo lo que parece que has aprendido. Me gustaría asistir a una universidad que me de eso: la teoría, que me sirva para aplicar a cosas reales.
Creo que nada más. Durante toda mi vida he hecho lo que me ha apetecido, intentando no molestar a nadie, aunque a veces eso es difícil de conseguir, porque hay personas que tienen la piel muy fina. De hecho no cambiaría nada de mi vida. Si mañana me muero, piensa que Jimmy murió feliz. Me fastidiaría por mi mujer y mi hijo, pero yo como persona creo que haría lo mismo que he hecho”.
-¿Con qué se queda: con vivir como se puede o como se quiere?
“Vivir como se quiere. Pero eso lo puedes hacer hasta un determinado punto. Cuando estás solo, cuando eres joven y soltero, puedes hacer lo que quieras, porque nadie depende de ti. Cuando ya tienes una familia, hijos, haces lo que quieres mientras no pongas en peligro la familia. Para mi lo importantes es, mientras puedas, haz lo que te dicte el corazón, lo que creas que tienes que hacer. Después, hay que buscar un equilibrio.
Es importante también, como en mi caso, casarte con la mujer adecuada, porque si no, surge un problema. Aguantar a una persona como yo, que todo el día está hablando de cosas nuevas, del futuro, viajando constantemente, necesitas a alguien que comprenda todo esto. La innovación es algo muy complejo, hacer algo que no han hecho otros es muy intenso. La persona que tienes a tu lado debe entenderte”.