La internacionalización, clave para conseguir el objetivo europeo de la industria

La Comisión Europea anunció recientemente su interés por promover de forma gradual la reindustrialización de la Unión Europea, con el fin de lograr que el peso de la industria suponga un 20% del PIB de la UE para 2020, frente al actual 16%. Según los comisarios responsables, la reindustrialización es “la clave fundamental para que Europa salga de la crisis económica”, ya que los países que mejor la han resistido “son los que no han desmantelado su sistema productivo”. “Más industria y más innovación equivalen a menos paro”, y no se refieren sólo a la industria pesada, sino “a todos los sectores dinámicos que pueden tener efecto importante sobre el empleo”.
A este respecto, CEOE Tenerife ha puesto especial énfasis en valorar el papel que interpreta la internacionalización en la consecución de este fin. El Boletín Digital de la patronal tinerfeña publicó el pasado día 13 de febrero el artículo titulado ‘La internacionalización, un ámbito de actuación para el objetivo europeo de la industria’, que explica como “la actual situación de crisis económica que provoca, entre otros factores, una disminución de la demanda interna, hace más necesaria que nunca la salida de las empresas españolas hacia otros mercados más competitivos”. Y concretaba que el problema no ha surgido de repente. Aunque “hasta ahora, la industria ha demostrado estar preparada para competir en los mercados internacionales, gran parte de este sector se encuentra todavía en una primera fase de mera exportación de producto, siendo necesario desarrollar esquemas más complejos de implantación comercial y productiva en los países de destino”.
Para CEOE Tenerife, el camino para conseguir esos objetivos pasan por “articular una serie de medidas de apoyo a la internacionalización de la industria española, como acceder a mercados exteriores en igualdad de condiciones; asegurar que el Comercio Internacional siga reglas que nos permita ser competitivos frente a productos y empresas de otros países; e impedir que empresas de otros países cuenten con circunstancias laborales que incumplen acuerdos internacionales como el trabajo infantil”.
Sobre la subvenciones, el artículo de CEOE Tenerife indica que “dada la especial trascendencia que tiene la internacionalización para la competitividad de las empresas, es necesario que se mantenga el esfuerzo presupuestario en este ámbito”. “Asimismo, la creciente disminución de recursos públicos, hace imprescindible coordinar mucho mejor la promoción internacional y los mecanismos de financiación, acuerdos bilaterales de conversión de deuda y líneas de financiación ICO, entre otros, evitando su excesiva dispersión geográfica”. El artículo también trata los asuntos de los impuestos y la burocracia. A ese respecto dice que “como tendencia a largo plazo, la Administración deberá apostar por los incentivos fiscales como medio de apoyo a la internacionalización de las empresas”. “Así como la existencia de una mayor coordinación entre las Administraciones públicas y de servicio exterior, agilización del procedimiento de visados de negocios e identificación de barreras al comercio llevando a cabo análisis conjunto entre el Gobierno y los sectores empresariales para ver la posibilidad de eliminar barreras comerciales no arancelarias que impidan o afecten la exportación de nuestros productos”.
En Europa existen 23 millones de pequeñas y medianas empresas, que representan más del 98% de las empresas europeas y que han creado 9 de cada 10 puestos de trabajo en los últimos 5 años, por lo que hay que apostar por las pymes, que han sido las grandes víctimas de la crisis y tienen que ser las protagonistas de la recuperación.
La internacionalización es uno de los tres ejes en los que se centra el ambicioso plan de la Comisión Europea. Los otros dos son: primero, la reducción de las cargas administrativas, ya que Europa es una de la regiones del mundo donde el peso de la reglamentación es más elevada y para lo que se propone un programa con el que ya se han eliminado 7.800 páginas del Diario Oficial de la Unión Europea, entre otros proyectos; y segundo, el apoyo a la financiación, porque en la actualidad se dan 350.000 millones de euros menos en créditos que en 2008 y el crédito es el oxígeno de las pymes, motivo por el que se han impulsado varias actuaciones como el programa COSME, el programa Horizonte 2020 o los fondos estructurales, los cuales se van a poder combinar.
La estrategia presta especial atención al fomento de nuevas ideas y a su rápida introducción en el mercado. El papel de la industria es decisivo para la innovación: el 80% de la inversión privada en investigación y desarrollo procede de este sector. Al mismo tiempo, la innovación es también crucial para la industria, ya que mantiene su competitividad. De ahí que la estrategia de la UE contemple más financiación para los sectores innovadores, como los mercados de bioproductos y las redes inteligentes, lo que ayudará a la industria de la UE a dar un salto exponencial en innovación. ●
