“El sector alimentario está altamente conectado, globalizado, y se enfrenta a grandes desafíos relacionados con la sostenibilidad y la salud”
Quick Interview: Beatriz Jacoste Lozano – directora de KM ZERO Food Innovation Hub
Participó en el debate ‘Nuevas fuentes para cubrir la demanda creciente de proteínas’, el pasado día 18, en Food 4 Future – Expo Foodtech 2024. Beatriz Jacoste Lozano, directora de KM ZERO Food Innovation Hub, con una experiencia de 10 años dedicados al estudio e implementación de soluciones foodtech trabajando de la mano de empresas, startups, inversores e instituciones, ha hablado en una ‘Quick Interview’, con CANARIAS EMPRESARIAL. Señala que el sector de la alimentación está “altamente conectado, globalizado, que se enfrenta a grandes desafíos relacionados con la sostenibilidad y la salud”. Y en relación a la forma de producir y distribuir los alimentos, “es uno de los sectores que más impacto genera en la vida de las personas y el planeta, por tanto, tenemos una gran responsabilidad”, indica.
-¿En qué situación se encuentra su industria en la actualidad?
“El sector alimentario impacta en todo el mundo, y por eso cuando hablamos de consumidor, éste puede ser muy diferente, incluso en un mismo país, pues hay diferentes culturas, condiciones socioeconómicas, etc. Y no se puede dar una respuesta única a todo lo que ocurre en el sector. Sólo el 20% de la población tiene una dieta variada en la que hay diferentes tipos de alimentos. El 80% restante no tiene acceso a suficientes alimentos, o come siempre lo mismo, relacionado con el arroz o con los cereales básicos. No se puede hablar de un sistema único, sino que va a depender mucho de la realidad socioeconómica, geográfica y cultural de la persona o de la región de la que estemos hablando. Es un sector altamente conectado, globalizado, que se enfrenta a grandes desafíos relacionados con la sostenibilidad y la salud, y por el impacto que genera la forma de producir y distribuir los alimentos, es necesariamente innovador. Es uno de los sectores que más impacto genera en la vida de las personas y el planeta, por tanto, tenemos una gran responsabilidad”.
-¿Qué consejo darías a las empresas que buscan tener éxito en su industria?
“Las empresas que quieran tener éxito en su industria, tienen que tener al consumidor o a su cliente final, que puede ser otra empresa, dependiendo de su modelo, en el centro de la estrategia. Es decir, la comunicación que hable al corazón, a la mente y al bolsillo de quien te dirijas, va a ser muy importante. La estrategia de marketing, de venta del producto, tiene que pensar en: ¿qué está en la mente del consumidor? Porque, en un lineal, en nuestro caso, en el supermercado, lugar altamente competitivo, tienes que hablar directamente al corazón y al bolsillo de estas personas, porque van a tener que hacer una elección de tu producto por encima de otros. Va a tener que estar a un precio competitivo, porque es el principal ‘driver’, el principal impulsor de compra en nuestro sector, y temas como la sostenibilidad y la salud, son básicos que deben estar ahí, aunque el consumidor, de momento, no está dispuesto a pagar más por ellos. Diría que las empresas, o los emprendedores, no se dejen llevar por su pasión, sino que sean estratégicos con la comunicación, y que digan lo que la persona que está delante quiere oír”.
-¿Qué tendencias cree que tendrán un impacto significativo en su industria en los próximos años?
“Muchas innovaciones invisibles, es decir, tecnologías que el consumidor no ve o no percibe en el producto final, pero que sí van a estar muy presentes en la industria alimentaria, como las tecnologías relacionadas con descarbonización, es decir, reducción de emisiones en la parte productiva. Van a haber muchos tipos de soluciones en este aspecto, incluso se está hablando de pienso animal para reducir el metano de las vacas, es decir, que no tengamos que sacar al animal de esa ecuación. Uno de los futuros de los que se habla es el de nuevas proteínas para alimentar a esa población en crecimiento. Estas nuevas fuentes de proteínas van a convivir con las proteínas tradicionales en el mercado. Otra tendencia serán las tecnologías relacionadas con la gestión más eficiente de recursos naturales, cada vez más escasos, como el agua. Por ejemplo, en la limpieza de líneas de producción, se podría incluir un bioplástico para cubrir estas líneas, y que no fuera necesaria el uso del agua, o que se pudiera reducir su uso. El tema del desperdicio, es altamente ineficiente en nuestro sector, ⅓ de los que producimos se desperdicia, por eso debemos encontrar formas para reducir ese número. En ese sentido, los datos van a ser muy importante. Vamos a tener control de dónde se están produciendo esa ineficiencia, para abordarlo. La revalorización, es decir, esa merma que se produce, cómo lo usamos como si fuera un insumo; y cómo redistribuimos, es decir, cómo hacemos que llegue a esos 800 millones de personas, que no tienen acceso a los alimentos, ese excedente que se genera, tiene que llegar. La misión de la industria alimentaria es dar de comer al mundo, es decir, proporcionar nutrición, y eso no lo estamos consiguiendo. No hemos conseguido que todo el mundo tenga acceso a buenos alimentos. Debemos bajar el precio de los alimentos buenos, es decir, que todo el mundo se pueda permitir acceder a esa nutrición, que actualmente el 40% de la población no lo hace”.