Déjate llevar por el mercado, y fracasarás. Pero únete a la marea, y triunfarás

Por Matías Fonte-Padilla*
El emprendedor/a, a medida que van pasando el tiempo, es consciente de la estacionalidad del mercado, y de cómo todos los años se repiten los mismos acontecimientos. Fiestas nacionales o locales, rebajas o descuentos especiales, cambio estacional de las compras, etc.
Además, cada vez vemos como aparecen nuevos momentos especiales de descuentos y oportunidades: Black Friday, Cyber Monday, Día sin IVA, etc. Además, muchos negocios te ofrecen tarjetas de descuento con las que puedes acumular puntos y descuentos. Te envían cupones con descuentos para que los uses en fechas determinadas. Te ofrecen servicios a precios muy bajos durante 3 meses, simplemente para que los pruebes. Puedes pedir créditos sin intereses para que compres aquello que necesites. Es increíble como parece que todas las empresas te quieren ayudar para que compres lo que necesitas.
No te dejes engañar. Todos te están manipulando para tratar de exprimirte al máximo. Lo único que realmente quieren es tu cartera. Y les da lo mismo que después no tengas dinero ni para comer, porque ya has caído en su red, y te has endeudado por ellos. ¿Quién sale ganando de todos estos descuentos y promociones? ¿tú, que te quedas sin efectivo y con un montón de deudas, o los que venden, que aumentan sus beneficios y se quitan productos que no estaban vendiendo?
Lo primero que debes tener en cuenta es que muchos de los productos ofrecidos con descuento tienen trampa. Los empresarios acumulan un stock, que no logran sacar, productos que por su precio o características es difícil vender. ¿Solución? Meterlos dentro de una de estas promociones, y ofrecerlos como una oportunidad única. Y funciona. Los consumidores se dejan llevar por la marea de compras, y creen que han hecho una buena adquisición. Quizás lo sea, pero ¿realmente necesitaban ese producto?
Lo segundo es ser consciente de lo que realmente necesitamos. Tenemos que tener un plan de compra. Una lista de productos específicos que necesitamos adquirir. Y debemos mantenernos fieles a esa lista. Si no lo hacemos, terminaremos comprando elementos y/o servicios que realmente no queríamos, pero que nos ofrecieron como una gran oferta, y caímos.
Lo tercero es tener un presupuesto para las compras, y no salirnos de él. Si vamos a ver un producto en concreto, nos debemos fijar en las características que realmente necesitamos, y no en el precio. Una vez que sepamos lo que queremos, debemos buscar marcas y modelos hasta encontrar el más barato que cumpla con nuestras necesidades. No debemos dejarnos llevar por cantos de sirena que nos ofrecen más y potentes características, que son ventajas que no vamos a utilizar para nada.
Un plan de ahorro es imprescindible. Si tienes una buena planificación y sabes que quieres comprar un producto y/o servicio, lo mejor es ir ahorrando para adquirirlo. Trata de huir de las ofertas de financiación, lo único que hacen es atraparte. Aunque no puedas pagarlo completo, el que puedas dar una parte hará que el crédito sea menor y por menos tiempo. En cuanto ahorres un poco, anula el crédito. Cuando menos debas, más libre eres. Recuerda que el más rico no es el que más dinero tiene, sino el que no tiene deudas, porque es libre. Cada mes puedes ir guardando una pequeña cantidad, y en algunos meses lograrás pagarlo. Además así tendrás tiempo para valorar si realmente lo necesitas comprar, o ha sido un capricho.
También ten en cuenta que inconscientemente elegimos lo más atractivo y bello, que no tiene que ser precisamente lo más efectivo. Por lo tanto, no te dejes llevar por el diseño, asegúrate que el producto y/o servicio tiene lo que necesitas, aunque no sea el más bonito de la gama.
Cuidado con la impulsividad. Los centros comerciales y las tiendas están configuradas para estimular la compra impulsiva, aquella que se hace sin pensar. Desde el olor, la luz, la disposición de los productos, la música, todo está perfectamente estudiado para atraerte y que caigas, como si fueras una mosca. Recuerda que sólo quieren tu cartera, y por ello te adularán, te recomendarán lo mejor, te sonrieran, te harán sentirte importante. Sé inteligente.
Como emprendedor debes aprovechar estas mareas de compras compulsivas. Si tienes un buen plan de compra, y has hecho el seguimiento a varios productos o servicios, cuando llegue ese día de rebajas o descuentos puedes adquirirlo a mejor precio, pero compra sólo eso, cuidado con las tentaciones.
Como emprendedor debes unirte también a estas campañas para vender tus productos/servicios. Ya las grandes empresas se van a encargar de calentar el ambiente, de llamar a la población a volverse loca por comprar, gastarán miles de euros en publicidad, y la gente saldrá dispuesta a vaciar la cartera. Deja que sean los poderosos los que inviertan en publicidad. Tú sólo tienes que estar ahí, en el momento justo, ofreciendo tus productos. Sin engañar a nadie, es la oportunidad perfecta para aumentar tus ventas.
El marketing está perfectamente diseñado para que cada dos meses aproximadamente haya un evento de descuento que movilice a la población: navidades, rebajas, carnaval, semana santa, verano, otros festivos, aparte de los eventos concretos que ya comenté, muchos de ellos modas importadas del extranjero. Estudia la estacionalidad, y que productos se venden en cada evento, para que puedas planificar tu estrategia de compras y de ventas.
Ya sabes, no dudes en unirte a la marea de las rebajas y descuentos, aprovecha para seguir comprando lo que realmente necesitas, y para crear campañas de ventas de tus productos/servicios. Aprovéchate de que la población se deja llevar por la corriente. Crea Tu Futuro y sé feliz en el camino. Será duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●