“Elegir un motivo que representara a la marca Reserva Mundial de la Biosfera de La Palma fue el mayor reto del rediseño”
Eduardo Panadero – departamento de Diseño y Creatividad de Cúrcuma
“La laurisilva conecta con el origen de la reserva, la hoja del helecho la encajamos con el contorno de la isla, además dibuja líneas de relieve que nos recuerdan a la orografía de la isla, y por último, se crean unas flechas ascendentes que nos llevan a un progreso sostenible”. Así explica a CANARIAS EMPRESARIAL, uno de los miembros del departamento de Diseño y Creatividad de Cúrcuma Agencia Creativa, Eduardo Panadero, los elementos que tiene el nuevo diseño de la marca Reserva Mundial de la Biosfera La Palma. La elección del motivo “fue el mayor reto del rediseño”, asegura.
-A principios de 2018 se hizo un estudio de mercado y una estrategia de marketing sobre la marca Reserva de la Biosfera. ¿Tuvieron acceso a ese estudio?
“El rediseño de la marca Reserva Mundial de la Biosfera La Palma ha sido un proyecto adjudicado mediante concurso público. En sus bases se especificaba claramente el objeto y un ‘briefing’ detallado de los antecedentes y las necesidades actuales que hacían necesario la renovación de su imagen. Este fue nuestro punto de partida para comenzar el proceso creativo”.
-¿Las personas que le hicieron el encargo, le impusieron algún requisito que debía tener en cuenta?
“A nivel gráfico no se nos impuso ningún punto. Solo estábamos sujetos a cumplir objetivos estratégicos adecuados a su realidad actual”.
-¿Cuánto tiempo tuvo el estudio para elaborar la nueva imagen de marca?
“El concurso se publicó el 27 de julio y presentamos la propuesta el 30 de agosto, es decir, 5 semanas. Una vez adjudicado y comunicado el 2 de octubre, se dedicó otro mes al desarrollo del manual de identidad, que se presentó en rueda de prensa junto con la marca el 29 de octubre”.
-¿Le resultó especialmente complicado elegir un motivo que representara a la marca?
“Seguramente fue el mayor reto. La propia diversidad de la isla nos daba distintos símbolos y no fue sencillo elegir uno. Teníamos claro que de alguna forma queríamos que estuviera la silueta de la isla. Al final el helecho nos dio todas las claves: la laurisilva conecta con el origen de la reserva, la hoja del helecho que encajamos con el contorno de la isla, el alma de la hoja dibuja líneas de relieve que nos recuerdan a la orografía de la isla, y por último, se crean una flechas ascendentes que nos llevan a un progreso sostenible”.
-¿Qué aplicaciones tendrá esta nueva imagen de la marca?
«La segunda fase del proyecto ha sido el desarrollo de un Manual de Identidad. En él se especifican las aplicaciones básicas y normas de uso de la marca. Reserva Mundial de la Biosfera La Palma es una marca con repercusión importante, y pertenece a una red de reservas a nivel mundial. Por lo tanto, los formatos en los que trabajan son muy variados.
En lo que se refiere al manual, sí se hizo especial énfasis en diferenciar la marca institucional de la marca comercial. Y las distintas aplicaciones de la marca comercial en productos locales, empresas amigas… Ya que se utiliza con garantía de calidad».
-¿Cúrcuma seguirá trabajando en este proyecto, adaptando la marca a nuevas aplicaciones?
«El objeto del concurso era el rediseño de la marca y la elaboración del manual de identidad. Aunque mantenemos una relación de colaboración, la adaptación de la marca a nuevas aplicaciones depende de un departamento interno de la Fundación Canaria Reserva Mundial de la Biosfera La Palma».