“La ampliación del Centro de Congresos de Praga es un gran puente de 250 metros de largo y unos 25 de ancho”
Bernardo García Morales – miembro del estudio OCA Architects de Barcelona
Los jóvenes arquitectos también pueden redactar importantes proyectos internacionales. Solo tienen que buscar un concursos anónimo y presentar un proyecto digno de ganar. Así lo hizo el tinerfeño Bernardo García Morales (Santa Cruz de Tenerife, 1991) junto a Biel Susanna, Hernán Lleida y Marc Subirana. Los cuatro forman el estudio OCA Architects de Barcelona, que ha ganado el concurso internacional de arquitectura convocado para ampliar el Centro de Congresos de Praga (KCP), en la República Checa. La idea es crear un edificio “que es un puente de 250 metros de largo y unos 25 de ancho”, que como explica García Morales a CANARIAS EMPRESARIAL, sirve para “acercar el KCP, el Nusle brige y el metro con el barrio y las personas”.
-¿En las condiciones del concurso estaba que la ampliación del centro de congresos debía estar adosado al edificio antiguo o unido a él en algún punto?
“El concurso se organizó porque la ciudad de Praga quiere consolidarse como una de las sedes principales en organización de congresos y convenciones a nivel europeo. El edificio histórico es ya de por sí una infraestructura muy potente, con capacidad para casi 10.000 congresistas. Al KCP (Kongresove Centrum Praha), construido en 1980, le urgía la necesidad de nuevos espacio que pudieran absorber las necesidades contemporáneas para este tipo de eventos. El programa requería la conexión con el edificio existente en algún punto para una funcionalidad clara y simple, pero permitía al concursante estimar dónde, cuánto y cómo debía realizarse esta unión, dentro de los límites establecidos por la parcela”.
-¿Harán la ampliación en un volumen totalmente independiente?
“Desde un primer momento quisimos entender la historia del lugar donde estábamos trabajando. El lugar comparte varias infraestructuras potentes como son el propio edificio del KCP, la torre del Corintia Hotel, el Nusle Bridge, que es fantástico… Nosotros entendimos que debíamos participar en este juego y por ello optamos por colocar un volumen independiente más, sin tratar de enfrentarse a los otros, pero dentro de este juego de equilibrios. Como un cuadro de Malevich o de Kandisky”.
-¿Qué altura tendrá el nuevo edificio?
«Nuestro diseño se eleva del terreno unos 9 metros y luego el espacio interior será de unos 12 metros de altura libre. Para simplificar, hemos creado conexiones con el edificio existente en su primera y segunda planta, las cuales corresponden con las salidas de los auditorios. En cualquier caso el edificio no trata de quitarle protagonismo al existente y no llega a sobrepasar su altura».
-El proyecto permite que todo el nivel de la calle fluya por debajo del inmueble. ¿Cómo lo consiguieron, elevando todo el volumen sobre pilares?
«Así es, en realidad el edificio es un puente. Un puente de 250 metros de largo y unos 25 de ancho. Estructuralmente también tiene carácter de infraestructura. Funciona como dos grandes cerchas que conforman las fachadas paralelas y las cargas bajan al terreno por 5 núcleos estructurales separados 50 metros entre ellos, con 25 metros de voladizo en los extremos. Es así para evitar la intervención en los subterráneos donde existen ya actualmente varios niveles de parking. Es una estructura atrevida pero perfectamente resoluble».
-¿Cuál es el motivo para que el nivel de la calle fluya por debajo del inmueble: integrar mejor el espacio interior y el exterior; o por la necesidad de que hubiera más espacio exterior?
«El lugar donde está situado el proyecto, Panckrak Square es un gran vacío histórico que nunca ha sido resuelto en la ciudad. En los 80 se colocó el KCP, una gran mole que se localizaba en un lugar privilegiado con preciosas vistas de la ciudad y dando la espalda a este vacío y al barrio circundante. El edificio albergó también durante tiempo las convenciones del partido comunista. Todos estos hechos históricos provocaron cierto rechazo por la población y que hasta hoy todo este terreno fuera “tierra de nadie”. Con nuestro proyecto tratamos no solo de resolver las necesidades del cliente sino crear las oportunidades necesarias para conseguir este acercamiento necesario entre el KCP, el Nusle brige y el metro con el barrio y las personas. Pensamos que otorgando todo este espacio público semicubierto en relación con el nuevo parque y con el edificio puede ser esencial para activar la zona».
-¿Cómo conseguirán rehabilitar el área circundante al edificio, para celebrar allí actividades como mercados efímeros, actividades deportivas…?
«Al dejar este espacio diáfano, amplio y semicubierto al nivel del parque, se consigue crear este espacio ‘cojín’. Espacios de este tipo podemos encontrar por toda Europa, casi siempre creados por procesos urbanos históricos y que curiosamente siempre acaban siendo espacio de gran actividad. Vinculados al hall de entrada del nuevo edificio se sitúan locales y cafeterías que ayudan a fomentar la actividad. El resto del espacio se deja libre como parque. Los parques son magníficos porque si consigues atraer a la gente, lo tienes todo hecho. Nuestro parque está diseñado en un sentido más clásico: cafeterías, fuentes de agua, juego de niños, paseos… un espacio lúdico y para todos».
-¿Cómo han organizado la zona expositiva: está dividida de manera flexible o es un espacio diáfano?
«El programa requería 5.000 metros cuadrados libres divisibles en tres. Nosotros creamos este gran espacio diáfano de forma rectangular, fácilmente divisible no solo en tres sino en cuantos espacios sean necesarios. Ahora estamos trabajando con el cliente para adaptar el diseño a requerimientos más específicos. El edifico es sencillo y está pensado como una máquina que sabe adaptarse a cualquier cambio».
-¿Y cómo han dispuesto cada uno de los espacios, para facilitar la actividad de los usuarios: parte expositiva, restaurantes, hall de entrada, cafetería publica, oficinas administrativas…?
«El edificio consta básicamente de dos espacios principales: el gran hall, que conecta el edificio histórico con la ampliación y el nivel del suelo, y el espacio expositivo, que está elevado del terreno. La circulación privada (cargas y descargas, administrativos) se produce en núcleos cerrados que conectan los niveles subterráneos de almacenamiento directamente con el espacio expositivo. La circulación pública es totalmente diáfana y libre alrededor de estos núcleos y entre los dos edificio. De esta manera no hay cruce de circulaciones y el edificio se convierte en un espacio público de interior».
-Y en cuanto al aspecto exterior, ¿han tratado de que se pareciera al edificio antiguo, o el nuevo edificio tiene una estética propia?
«Los proyectos suelen decidir ellos mismos que estética tienen. Sería un error intentar imitar el aspecto del edificio anterior cuando esta nueva ampliación tiene un carácter y un concepto distinto. Nosotros pensamos en el edificio como una gran máquina, pero el acabado final siempre es una combinación de diversos factores».