Negociar, que no confundan tu amabilidad con debilidad

Por Matías Fonte-Padilla
Ser buen emprendedor significa estar negociando continuamente. Es estar en una posición pro-activa que obliga a tratar de prever los acontecimientos, y estar preparado antes de que ocurran. Significa ir hablando con diferentes personas para poder ir guiando lo que va ocurriendo, y alcanzar nuestros objetivos.
Tú, que eres una persona tremendamente trabajadora, no tienes tiempo para tonterías. Crees en lo que haces, y luchas a diario por sacar adelante tu negocio. Además, como estás haciendo lo que realmente has elegido, no te pesa el sobre esfuerzo. Es importante que seas feliz con lo que haces, que disfrutes con el camino. Y por supuesto la mejor negociación es aquella en que todas las partes salen beneficiadas, y si es a largo plazo mejor.
En el mundo empresarial, las relaciones humanas lo son todo. Saber comunicarte y negociar con personas y organizaciones es imprescindible para tener éxito. Y para hacerlo bien es necesario seguir una serie de pasos.
Recuerda que lo más importante es tu palabra. Porque si la cumples proyectarás una imagen de persona en la que se puede confiar. Por lo tanto, lo que digas lo tienes que cumplir. El refrán “uno es libre de sus silencios pero esclavo de sus palabras”, así que no digas algo que sabes que después no vas a cumplir. Sé honesto hasta en lo más sencillo, y si dices “te llamo a las 5”, cumple y llama a esa hora.
No mientas por tratar de quedar bien. No digas “ya lo vemos” si en realidad tienes que decir que “No”. Con amabilidad, pero dilo. Y mantente firme. Una de las realidades de los negocios es no se puede complacer a todo el mundo. Y siendo sincero confiarán más en ti, aunque les hayas dicho que no.
No des por supuesto que el resto de las personas son como tú. La mentira, el engaño y las puñaladas están a la orden del día, incluso entre las personas o empresas en las confías “de toda la vida”. A veces son mentiras por quedar bien, sin mala intención, pero otras veces esas mentiras forman parte de una estrategia empresarial. También irán por detrás, realizando acciones que te perjudican directamente, pero que tú no te enteras hasta que ya no hay salida. Muchas veces te encuentras atrapado en contratos a largo plazo que te esclavizan. Cuidado con los proveedores y clientes, siempre buscan su propio beneficio.
“Hay más tiburones en tierra que en el mar”, por lo tanto, recuerda que en los negocios todo el mundo barre para su casa. Hasta en el más ínfimo acuerdo tratarán de ganar, aunque tu pierdas. Es más, incluso te lo presentarán de una forma, para que creas que es el mejor acuerdo del mundo, cuando en realidad te puede estar perjudicando. Puro Marketing. Por ello, revisa bien las condiciones de todo en lo que te metas.
Dicen que si quieres saber como es en realidad una persona, dale poder y dinero. Cuando lo tienen, muchas se transforman convirtiéndose en verdaderos monstruos sociales. Y estos son muy peligrosos. No les importa ir de frente. Son tan prepotentes y se creen por encima de ti que realmente no están negociando, sino que se están imponiendo. De hecho, sin tú haberles hecho nada malo, ya te consideran su enemigo. Creen que todo el mundo está en contra. Te tratan mal, sin respeto, y se creen en posesión de la verdad absoluta. No les importa crear un mal ambiente de trabajo, y solo conciben las relaciones profesionales si ellos ganan siempre. Te agreden verbalmente, te tratan de manipular, no te permiten tener libertad ni realizarte. En realidad no les interesa la empresa ni los beneficios, están totalmente podridos por el poder. La mejor negociación con ellos es no tener ninguna. No trates de luchar contra ellos, porque están tan envenenados que utilizarán toda su artillería contra ti, y te pueden hacer mucho daño, además de que tú perderás tus energías y tu buen carácter por el camino. Lo mejor, aléjate. Tú sigue adelante, disfruta de tu vida lo más feliz que puedas, y deja que ellos sigan consumiéndose en su rabia. No trates de tener razón, o de entender el por qué son así, simplemente déjalos solos. No permitas que entren en tu vida profesional ni personal, porque además te afectará hasta en tu salud. Utiliza tú energía para llegar a acuerdos positivos con personas positivas. Y así crearás a tu alrededor ese mundo que quieres, y serás más feliz.
Se amable con todo el mundo, incluso con los que te atacan. No pierdas las formas. Los modales son tu imagen. Si te vuelves agresivo/a porque te agreden, al final terminan ganando los tiburones…porque te terminas transformando en uno de ellos. Y lo pagas con tu vida.
Pero que nadie confunda amabilidad con debilidad. Si crees que vale la pena luchar por algo, no dejes de hacerlo. Con buena cara, eso sí, pero con toda la artillería disponible. Porque que seas amable no significa que no seas un emprendedor que sabe lo que quiere. Recuerda que es el “bulling”: poco a poco te van medrando hasta que estás en sus manos. Es importante aprender a “enseñar los dientes”, para que cuando alguien trata de dominarte, sepa que tú sabes pelear. Siempre vale la pena dar un plantón al inicio y dejar las cosas claras si alguien trata de pasarse contigo. Con firmeza, pero con amabilidad.
Negociar es el día a día del emprendedor. Trata de llegar siempre a acuerdos justos tipo “yo gano – tu ganas”, aunque seas tú quien “tiene la sartén por el mando”. Así harás un mundo mejor y serás más feliz. Crea Tu Futuro y disfruta del camino. Será duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●