Hoy es el último día de tu vida, así que adelante

Por Matías Fonte-Padilla*
Si miras a tu alrededor seguro hay personas de tu misma edad que conoces, y verás claras diferencias. Algunos/as han envejecido mucho, y otros/as parecen mucho más jóvenes. Y no es solamente una cuestión de como visten, o del color del pelo. La actitud frente a la vida define la edad que tienen.
Hay algunos que parecen apáticos, conformistas. Si les preguntas por su vida, te dirán que muy bien, como siempre. Que afortunadamente todo sigue igual, el mismo trabajo durante años, y sin grandes novedades en el tema personal. Por supuesto la mayor parte de ellos se siente feliz, porque todo les va bien.
Es más, posiblemente tengas ya edad suficiente para ver como personas que conoces van falleciendo, algunas incluso más jóvenes que tú que se van. Te quedas pensando un segundo, diciéndote a ti mismo que eso no te pasará a ti. Vas a sus entierros y hablas con sus familiares y amigos. Pronto todos vuelven a sus rutinas, a sus trabajos. Y la vida sigue.
¿Qué harías si hoy fuera el último día de tu vida? Esta pregunta ha pasado por la mente de algunas de las personas más exitosas que conoces actualmente, como Steve Jobs.
La toma de decisiones diarias, junto a lo que ocurra a tu alrededor, te lleva irremediablemente a un futuro, a una vida que va pasando ante tus ojos. Hagas lo que hagas en ella que sepas que tiene un destino final, tu propia muerte. Sí, es verdad, te vas a morir. Asúmelo.
Hay muchas personas que viven sin ser conscientes de esto, y por lo tanto viven metidas en una sucesión de problemas, siempre llenas de estrés porque nada sale perfecto. Pasan rápido por el día a día sin mirar hacia los lados, desaprovechando todos esos maravillosos momentos que ofrecen. Para ellos la vida es una lucha constante, por ser el más rico, el más conocido, el más exitoso en los negocios, el/la mejor padre/madre, el más lo que sea.
¿Y si detuvieras esa frenética vida y disfrutaras de cada día? ¿Y si ese día que vas por la autopista y ves un precioso amanecer o atardecer, en vez de pensar en lo bonito que es y seguir tu camino como si nada, te detuvieras y disfrutaras en silencio de sentir el sol en tu cara?, ¿Y si en vez de estar pendiente del móvil, lo dejaras a un lado y jugaras de verdad con tus hijos?, ¿Y si en vez de dejar de ver a tus amigos por tanto trabajo que tienes, pusieras en tu agenda semanal una reunión relajada con alguno?, ¿Y si en vez de poner esa cara de perro diaria, y mantener ese mal humor porque piensas que el mundo está lleno de problemas y mala gente, fueras capaz de sonreír diariamente y saludar con cariño y respeto a los demás, aunque te traten a veces mal?, ¿Y si en vez de pensar que deberías hacer más ejercicio mes a mes, mientras te notas cada vez más débil, lo que hicieras fuera reservar en tu agenda 4 horas semanales para dedicarlas a ti, a cuidarte corriendo, nadando, en bici, a caminar, a meditar, es decir, a respetar tu cuerpo y tu mente?, ¿Y si en vez de decir que te gustaría ir al teatro u otras actividades pero que nunca tienes tiempo, lo que hicieras fuera reservar al menos una vez al mes para hacerlo realmente?…
Si fueras tan valiente cómo para detener la vorágine en la que estás metido/a ahora mismo, y organizar tu vida de forma que todos los días disfrutes de verdad de hacer algo que te gusta, verías como cuando mires atrás te quedarás asombrado/a de todo lo que has logrado y de lo bien que te sientes. Además, verás como tu rendimiento profesional también ha subido, trabajas mejor, y eso que le dedicas menos horas semanales.
Si enriqueces tu vida con actividades que disfrutas y te hacen feliz de verdad, descubrirás como ya lo importante no es un objetivo lejano e inalcanzable que te frustra porque nunca llegas a él, sino que lo que vale la pena es el camino diario. Y así, día a día, vas alcanzando pequeñas metas que te llenan. Increíble como cambia tu grado de satisfacción cuando eres consciente de que eres tú quien está manejando tu vida, y no los acontecimientos externos.
Es ahora el momento de crear tu propia vida para que sea como tú quieres de verdad que sea. No desperdicies esta increíble oportunidad que es vivir. Y así, cuando un día te llegue el final, podrás mirar hacia atrás y sentir la satisfacción de haber sido FELIZ por ti mismo/a y en compañía de los que te quieren. Y si tu final llega subitamente, no importa, habrás disfrutado durante muchos años. Eso es lo único que realmente vale la pena.
Ser emprendedor no supone dejar tu vida de lado para crear un negocio. Ser emprendedor es decidir sacar adelante un proyecto empresarial que te llene de verdad, que te ayude a disfrutar de esta maravillosa vida, y que te permita aportar algo a la sociedad, un pequeño grano de arena que le ayude a mejorar.
No importa si no sabes como será el futuro. Lo realmente importante es que sepas quién eres y hacia donde quieres ir. Crea Tu Futuro y disfruta del camino. Será duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●