¡Feliz Navidad!: Todos quieren tu cartera
Por Matías Fonte-Padilla
Estamos programados socialmente para gastar. Desde que somos pequeños entramos en la rueda sin fin del gasto, en la que el objetivo de nuestra vida es anhelar objetos. Y cuando por fin los obtenemos rápidamente pierden toda su importancia, y deseamos unos nuevos. Y así va pasando nuestra existencia, de anhelo en anhelo, de insatisfacción en insatisfacción.
Nuestros padres nos inculcan que todo tiene su precio, que todo cuesta dinero. Pero muy pocos nos enseñan economía doméstica, muy pocos nos enseñan a ahorrar. Como mucho nos prometen que si alcanzamos determinados objetivos, como aprobar, recibiremos todo eso que deseamos. Y así nos convertimos en adultos con una nula educación en finanzas.
Y seguimos en la rueda. Y comenzamos a trabajar, y a cobrar una nómina. ¡Qué sensación más increíble aquel primer sueldo! ¡Te sentías multimillonario! Pensabas que no te podrías gastar tanto dinero. Pero pronto descubrirte que eras un esclavo del sistema, y a los pocos meses ya era justo al contrario, esperabas deseoso a cobrar la nómina para poder pagar todos los recibos que debías.
Es muy fácil gastarnos 100 €, pero que difícil es ahorrarlos. Hazte esta pregunta: Actualmente ¿Cuánto dinero eres capaz de ahorrar cada mes? Casi el 44% de las familias tiene dificultades para llegar a fin de mes, y el 38% percibe una pesada carga estar al día de sus recibos. Muy pocos consiguen ahorrar. Así, la mayor parte de la población no puede ahorrar nada, es más, cada año debe más dinero. Y si es difícil ahorrar en la economía doméstica, imagínate teniendo una empresa. Y la diferencia es que ya no hablamos de poco dinero sino de deudas de miles de euros.
Esto es lo que le interesa realmente a las entidades financieras. Recuerda que no es más rico el que tiene más propiedades y dinero, es más rico el que tiene menos deudas. Pero en la sociedad actual eso es extremadamente difícil. ¿Por qué? Porque quieren que estemos endeudados, y nos tientan. Una persona física o una empresa con deudas paga intereses, y eso es dinero directo para las entidades financieras. Y es por esto que continuamente te ofrecen productos y servicios para teóricamente resolverte la vida, como préstamos y tarjetas de crédito. En realidad son trampas financieras para que estés siempre pagándoles. Evítalas, por muy tentadoras que parezcan.
Como emprendedor lo peor que te puede ocurrir es que tengas dinero de sobra para montar tu negocio. Porque el dinero apaga la imaginación, el instinto, el ahorro, la sagacidad. Aunque tengas dinero, tienes que pensar como un pobre, y valerte de tu ingenio para ir consiguiendo lo que necesitas para tu negocio de la forma más barata posible. ¿Qué necesitas una mesa? Ni se te ocurra comprarla nueva, tienes que buscarte la vida para conseguirla gratis o muy barata. Puedes tener a un conocido que le sobre una, puedes conseguirla en lugares de segunda mano, puedes alquilarla si solo la necesitas unos días, puedes compartirla con otro negocio, puedes restaurar una mesa vieja, etc… lo único que no debes hacer es dejarte llevar por la rueda del consumo y con tu bolsillo lleno de dinero gastarte un dineral en la mejor mesa que puedas pagar. Es absurdo. Recuerda que las empresas mueren porque se descapitalizan, después quedan atrapadas por la deudas, y terminan colapsando económicamente.
No necesitas el 99% de lo que te venden o crees que necesitas para tu negocio o vida privada. Un negocio exitoso necesita muy poco, y solo va creciendo a medida que los beneficios estables le permiten crecer. El éxito está en obtener el máximo beneficio con la mínima inversión.
Maneja el dinero sin deber a las entidades bancarias, vete cancelando lo antes posible los préstamos y tarjetas, para que el dinero que manejes no se esfume entre tanta comisión.
Ahorra de forma constante, para que puedas tener un colchón para cuando lleguen las vacas flacas. La economía y el mercado se transforman cíclicamente, y tenemos que estar libres financieramente y con capital para afrontar las crisis.
No compres compulsivamente simplemente porque sea la época o porque te lo diga el mercado. Lo único que quieren de ti es tu cartera. Todo el mundo te quiere vender algo, incluso aunque no lo necesites. Ahorra sabiamente con un objetivo y después invierte lo ahorrado en ese objetivo de la forma más austera posible. Compra lo que realmente necesites, por su funcionalidad y eficacia, no por su precio o porque te vendan que es una oportunidad única. No existen las oportunidades únicas. Lo barato sale siempre caro, y tienes que ser tú quien gobierne tu economía.
Recuerda que para garantizar el éxito debes poseer una economía saneada y libre. Ahorra, invierte sabiamente y no te dejes llevar ni por las entidades financieras ni por las ofertas y descuentos.
Recuerda que el dinero es tuyo, que estás invirtiendo tu propia y única vida para ganarlo, y que el objetivo de tu vida y tu negocio es hacerte feliz y hacer feliz a los que te rodean, no es ganar dinero ni rodearte de objetos inútiles y caros. Crea Tu Futuro. Será duro, muy duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●