¡Destrúyete, y Reinvéntate de nuevo!

¿Te has parado a pensar si realmente vas por el camino correcto? ¿Estás teniendo la vida que realmente quieres? Tanto en tu vida personal como empresarial vas como subido/a en un carro, un coche, o en una bicicleta. Diariamente tratas de tomar las mejores decisiones posibles, y empujas todo lo que puedes para seguir adelante. Es como vivir en una caja que tú mismo vas construyendo, y te vas encerrando dentro. Cada decisión importante te hace meterte más en la caja, seleccionando con quien te relacionas y con quien no, que compras y vendes, cuál es tu negocio y cuál no. Semana tras semana, año tras año, continuas esforzándote. A cambio recibes innumerables buenos momentos llenos de pequeñas satisfacciones, y también desastrosos fracasos, algunos que te destruyen.
Obviamente, es inevitable que durante tu vida te sientas agotado/a, frustrado/a, y con la urgente necesidad de bajarte de esa vorágine, aunque sea por unos instantes. Un paseo, una siesta, unas vacaciones, una salida con amigos. Cualquier distracción que te permita descansar la mente y el cuerpo. Y al día siguiente, te vuelves a meter de nuevo en tu caja, a seguir luchando por tu vida.
¿Te has parado a pensar cuántos carros, coches, bicicletas o cajas hay? Es decir, cuantas formas diferentes de afrontar el desafío de vivir y de ser emprendedor. Mírate al espejo de forma objetiva, transparente, desnudando tu verdadera imagen. Deja por un momento a un lado esa apariencia que vendes a los demás. Tu familia, tus clientes, tus proveedores, etc, reciben una percepción totalmente distorsionada y creada por ti para satisfacer sus necesidades, y ofrecer una imagen que te permita quedar bien. Pero esa imagen NO eres tú.
Estamos tan metidos en la rutina diaria que no nos hacemos la pregunta más importante de todas: ¿Estoy haciendo lo que realmente quiero hacer? Por supuesto que en el pasado tomaste decisiones personales y profesionales que te han traído hasta donde estás ahora: con tu pareja, con tu negocio, con tus préstamos, con tus clientes y proveedores, con tus sueños de futuro y consolidación de tu empresa. Pero los años pasan, y tu mente evoluciona. Lo que era importante para ti hace 5 años quizás realmente ahora no lo sea tanto, o sí.
Todos evolucionamos. Con el paso del tiempo sufrimos procesos que nos permiten ver la realidad de forma diferente. La velocidad de este cambio depende de cada uno/a, pero nadie se queda sin experimentar esta sensación. Y ahora estás aquí, en este punto de tu vida, totalmente metido en una caja que tú mismo/a has creado, y que los demás asumen como normal. Ya todos creen conocerte: tus familiares, clientes, proveedores, acreedores, y saben como tratar contigo. Se sienten tranquilos porque creen saber quien eres.
Pero si aceptas que vas cambiando, y te miras a ese espejo con sinceridad, quizás descubras que estás en el lugar equivocado, que no quieres estar en esa confortable o incómoda caja en la que te encuentras ahora. Posiblemente en el pasado quisiste llegar aquí, pero ahora ya no tiene ningún valor para ti.
Si lo has descubierto, lo más difícil es estar seguro de ello. Tienes que aceptarte a ti mismo, afirmarte con tus nuevos pensamientos y estrategias. Es un proceso interno que puede llevar mucho tiempo. Una vez sepas quien eres y hacia donde quieres ir, llega el momento de la planificación del cambio.
Detener o alterar el rumbo a una maquinaria personal y empresarial que lleva años rodando es extremadamente difícil, demasiada inercia. Convencer a los demás de que tu vida personal y empresarial toma un nuevo rumbo es imposible, muchos no lo comprenderán. Te dirán: ¿Pero si te va tan bien, por qué quieres cambiar?; o peor, darán por cierto que si estás cambiando es porque has cometido pecados imperdonables que te están obligando a huir, que estás cortando relaciones porque has metido la pata o la mano hasta el fondo. Verás como pierdes algunos contactos, pero ganarás muchos más.
No importa lo que digan los demás, o si en parte son ciertas las acusaciones, si crees que debes detener y reinventar tu vida empresarial y tus negocios, simplemente hazlo. Eso sí, con ética y honestidad, siendo sincero. Duele, pero es más fácil que lo que parece. No dejes que el miedo te paralice. A medida que vayas creando tu nuevo futuro verás de nuevo el sol, te sentirás de nuevo ligero, creativo, libre, y preparado para cumplir tus nuevos sueños. No será un camino sencillo, y aunque algunos no te lo pondrán fácil, da lo mismo. Tú, sigue adelante.
Y recuerda, no salgas de una caja para meterte en otra. Es un error común buscar una caja parecida a la anterior, porque durante un tiempo seguirás enganchado a la falsa seguridad que te ofrecía. Abre tu mente, empápate continuamente de lo nuevo. Crea tu propio camino vital y empresarial apoyándote e incorporando todos esos valores positivos e ideas creativas que siempre soñaste. Haz todo aquello que quieres hacer, y disfruta de vivir y ser emprendedor.
Destrúyete si no ves futuro, y Reinvéntate hacía él. Crea Tu Futuro y disfruta del camino. Será duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●