Controla tu crecimiento. (I) Te vaya bien o mal, puedes fracasar en cualquier momento

Por Matías Fonte-Padilla
Tendemos a pensar que si tenemos un perfecto Plan de Negocio y todos los recursos necesarios la empresa tendrá éxito seguro. Pero mientras que un niño bien cuidado, alimentado y protegido siempre irá creciendo, no ocurre lo mismo con una empresa, que puede caer en el mejor momento o subir cuando nadie lo espera. Es más, son más peligrosas las empresas cuando se rebosa optimismo y todo parece ir bien, porque bajamos nuestras defensas y no nos preparamos para los malos momentos, que no lo dudes, vendrán en el futuro, y se repetirán muchas veces durante toda la vida de tu negocio.
El crecimiento de una empresa es totalmente caótico si no lo controlas bien, y posee dos características: es ondulatorio y a saltos. Ondulatorio porque crecerá durante unos meses, y después llegarán las vacas flacas durante un tiempo interminable, para después volver a crecer un poco, y así durante toda la vida de la empresa. Y es a saltos, porque en cualquier momento todo lo que has construido se desmorona, y pega un bajón brutal, o tienes una buena oportunidad de negocio y creces de golpe cuando tú no lo esperabas.
El crecimiento del negocio no lo puedes dejar al azar. Tienes que seguir Tu Plan. Y como para el primer año habrás fijado unos objetivos, trata de cumplirlos a toda costa. Es muy fácil desviarse de lo trazado al oír cantos de sirena. Cuando empiezas en un negocio descubrirás que te salen muchas oportunidades de “ganar mucho dinero” con solo invertir algo del tuyo. Ten mucho cuidado o te caerás con todo el equipo.
He aquí algunas recomendaciones sobre el crecimiento de tu negocio:
-Aunque tengas un Plan de empresa, la vida real es otra cosa y sufrirás reveses que no esperabas, sobre todo económicos. Por eso tienes que tener un buen colchón para superar estos altibajos, porque solo uno de ellos te puede hundir. El día a día es como nadar en un mar embravecido, tienes que tener un buen salvavidas, y armarte de paciencia, mucha paciencia. Recuerda que nunca debes luchar contra una corriente, sino ir nadando en diagonal hasta salir de ella. Tienes que estar dispuesto a detener tus ambiciones por un tiempo, a dar varios pasos atrás con tal de seguir adelante. No te preocupes si tienes que despedir personal o mudarte a un local más pequeño, lo importante es que seas capaz de mantenerte financieramente.
-Abarca en cada momento solo lo que realmente puedas cumplir. Es un error muy común cuando se empieza el decir que sí a todo: comprar a muchos proveedores, aceptar a muchos clientes, gastar mucho en publicidad, etc. Si vas por ese camino verás como no podrás con todo, y quedarás mal al no poder cumplir o pagar. Por eso, si ya tienes clientes para esta semana no cojas más, habla con los nuevos y dales cita para la semana que viene. Si realmente quieren trabajar contigo, no te preocupes, te esperarán. Y si no te esperan tranquilo, habrá más. Tú realiza bien tu trabajo, cumple con los clientes que tienes y verás como no te faltarán. Recuerda que “el boca a boca” es la mejor publicidad.
Lo mismo ocurre con los proveedores. Si tienes uno que te funciona bien, cumple tú también con él. Por supuesto que debes buscar otras alternativas, siempre tratando de localizar buenos precios, tratando de hacer buenos acuerdos a largo plazo antes que pelotazos a corto. Lo importante es tener buenas relaciones con los proveedores, porque cuando haya problemas te echarán una mano.
-Contrata solo el personal que necesitas en cada momento. Por supuesto que a medida que vas creciendo necesitas una plantilla fija que sirva de base a la empresa. Pero el resto del personal contrátalo según tus necesidades temporales. Si resulta que trabajas por temporadas, procura tener personal fijo discontinuo, personas que harás a tu mano pero que solo las tendrás contigo en determinada época del año. Si te sale una obra o servicio muy grande contrata solo lo imprescindible para esa tarea, y cuando ésta termine no los dejes en la empresa.
-Minimiza al máximo los gastos corrientes. Mantente en un garaje donde solo pagas gastos si así puedes trabajar bien, y aunque las cosas te vayan viento en popa, no alquiles en el centro de la ciudad. Solo múdate o adquiere un nuevo vehículo cuando por razones operativas reales lo necesites, antes es una locura, porque todo lo que sube ya sabes que baja. Los gastos corrientes son capaces de arruinar cualquier bolsillo. No vivas por encima de tus posibilidades financieras reales.
-Cuidado con la adrenalina. Estás tan metido en tu trabajo que cuando las cosas van bien crees que todo es posible. Y así no piensas con la cabeza fría sino recalentada y henchida de éxito. ¡Peligro!, ¡Peligro! Respira profundamente antes de actuar. Como no controles la situación te vas a estallar, porque vas a empezar a realizar gastos indebidos, a asumir riesgos innecesarios, a contratar servicios o personal de más, a pedir dinero en exceso, etc. No tomes decisiones sobre la marcha, y menos en la primera reunión o toma de contacto (recuerda la frase que El Padrino le dice a su hijo: “¿Qué te pasa?, ¿Se te ablandó el cerebro? Nunca dejes que nadie de fuera de la familia sepa lo que estás pensando”). No llegues a acuerdos con nadie sin haberlos meditado bien. El mayor peligro para una empresa es un empresario que se cree invencible. La prepotencia debería ser considerada un pecado capital.
-Espera a que baje para tú subir. Tienes que conocer bien las fluctuaciones del mercado, tanto de tus productos/servicios como de tus clientes, y realizar el crecimiento a saltos en el momento adecuado. Aprovéchate de la oferta y la demanda. Cuando llegue el invierno, busca donde comprar zapatillas de primavera, para adquirirlas baratas y tenerlas en stock cuando llegue el momento de venderlas. Hay que ser más que previsor, hay que prever el futuro. Tienes que estar perfectamente informado/a de todo lo que va a suceder en tu ámbito profesional para adelantarte a las tendencias.
Si haces surf, sabrás que la ola no se coge cuando ya está rompiendo, hay que subirse a ella cuando se está formando.
El próximo mes continuamos con más recomendaciones para controlar el crecimiento de tu negocio. ●