Aquí siempre las cosas se han hecho así

Por Matías Fonte-Padilla
Llegar a hacer algo realmente bien cuesta mucho esfuerzo, tiempo y dinero. No resulta nada fácil llegar a tener un producto realmente competitivo, un negocio que funcione bien, que sea productivo, que genere beneficios.
Todos los días el emprendedor trata de hacer todo de la mejor forma que él/ella conoce, poniendo toda su concentración y autodisciplina en tener todo en orden, en cumplir con los plazos, en sentir que tiene todo controlado.
A lo largo de los meses y los años es capaz de crear una rutina que le funciona, con la que logra que el negocio salga adelante, sobreviviendo a los avatares del destino que día a día le ponen a prueba con nuevos problemas y retos. La falta de mercancía, los robos, los impuestos, los gastos de personal, clientes que no pagan, seguros que no cubren, y un largo etcétera de preocupaciones que se acumulan y que se van sobrellevando como se puede.
Inercia. Al final la forma de trabajar del emprendedor se va automatizando, ya todo lo hace casi sin pensar: aparca en el mismo lugar, realiza las mismas tareas y gestiones, hace las mismas llamadas, habla con la misma gente, se sienta en el mismo lugar. Es decir, se va creando una zona de confort, en la que puede controlar todo y se siente seguro y cómodo.
Aunque al principio pueda parecer positiva esta forma de proceder, la verdad es que a medio y largo plazo es muy perjudicial, por una sencilla razón, el cerebro se va “cerrando”. No se escucha el entorno, ni a los empleados, ni a los clientes, ni a uno mismo. No se está abierto al aprendizaje y se deja de crear, desaparece la imaginación.
Es muy positivo ir mejorando las formas de hacer las cosas hasta lograrlas de la mejor forma posible. Pero para ello existen dos caminos diferentes, y muchos emprendedores/as escogen el camino erróneo.
El camino erróneo se llama “perfección”. Se trata de ir haciendo algo cada vez mejor, dejando a un lado otras alternativas, hasta lograr hacerlo de la forma más perfecta posible. Claro que será la perfecta para ti, pero cualquier otro emprendedor seguro que usando el mismo procedimiento encontrará otra forma perfecta. Al final, terminamos como nuestros/as abuelos/as, que tienen una sartén de hace 30 años toda llena de grasa para hacer el huevo frito, porque sólo en esa sartén es como sale el huevo frito perfecto, y no se te ocurra tirarle esa sartén a la basura, regalarle una nueva, o tratarle de explicar que existe otra forma de cocinar.
El camino de la perfección es erróneo porque va en contra de un principio básico de los negocios, la innovación. Innovar significa mejorar continuamente, pero renovando y buscando nuevos procedimientos de hacer las cosas. Es decir, aunque logres que algo sea “perfecto” para ti, debes de buscar la forma de cambiarlo y mejorarlo o si no se quedará obsoleto. En el mundo actual, lleno de cambios y nuevos retos, quedarse estancado supone el fracaso de tu negocio.
El camino correcto se llama “excelencia”. Se trata de tener la mente abierta a nuevos desafíos y conocimientos. A ir mejorando lo que uno hace, pero siempre pendiente del entorno. Es más, aunque hayamos logrado un alto nivel, somos capaces de coger un nuevo rumbo y probar algo completamente diferente.
Se trata de no tener miedo a escoger caminos que no sabemos si van a funcionar, se trata de salir de la zona de confort, que es como un agujero negro que nos atrapa. Hay que estar dispuesto a aprender nuevas estrategias, crear nuevos productos, tener el cerebro abierto y escuchar nuestro entorno, tener siempre la mente despierta. Sólo cuando estamos abiertos a nuevas experiencias es cuando somos capaces de evolucionar, de crecer, de expandirnos como emprendedores.
El mundo está lleno de oportunidades, no tenemos porque quedarnos estancados en una pequeña fracción. Tanto si te va bien como si te va mal, ten el valor de dar un paso a un lado y escoger otro rumbo, consolidando, mejorando e innovando lo que ya te funciona, y dejando atrás lo que crees que te estanca y bloquea.
Y si alguien te dice “Aquí siempre las cosas se han hecho así”, ya sabes que esa persona está totalmente atascada en el pasado. Convencerlo de que no hay que quedarse bloqueado va a ser muy difícil. Pero tú sabes que la innovación es imprescindible para el éxito. Así, que adelante. Crea Tu Futuro y disfruta del camino. Será duro, pero será tuyo. Y empieza hoy. ●