“Si los responsables de las instituciones son los que infravaloran el trabajo de los diseñadores gráficos, mal empezamos”

Waldemar Lemanczyk – diseñador gráfico, vocal de la junta de la Asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias (Di-Ca)
Los concursos de carteles que convocan los ayuntamientos caen habitualmente en la idea errónea, que tienen los responsables de las administraciones públicas, de que “hacen algo por los ciudadanos, algo participativo y que consigue mucha repercusión con poca inversión”. Lo que obtienen es “un concurso especulativo, que perjudica al sector”. Así lo explica a CANARIAS EMPRESARIAL el diseñador gráfico tinerfeño y vocal de la junta de la Asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias (Di-Ca), Waldemar Lemanczyk. El creativo señala como ejemplo de estos concursos mal organizados, el que él mismo denunció recientemente: el convocado por el Ayuntamiento de Santiago del Teide, para el cartel del Carnaval de Los Gigantes, que debieron anular porque el ganador plagió la imagen. Lemanczyk trabaja normalmente en diseño corporativo, gráfica publicitaria, diseño web y cartelería. Y en esta última área, ganó varios concursos importantes, como el cartel del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife (los años 2010 y 2013) y el del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria (año 2016), pero ya ha renunciado a participar en estos concursos, y señala como método idóneo para convocarlos la ‘llamada a proyecto’.
-¿Cómo descubrió el plagio de la imagen del cartel del carnaval de Los Gigantes?
“Realmente fue por casualidad: en un foro sobre diseño de cartelería en Facebook alguien subió el cartel, y me preguntó por ese concurso. Francamente lo desconocía, pero la imagen me recordaba a un trabajo de una diseñadora que seguía. Hice una búsqueda inversa en ‘Google Imágenes’ y salió la imagen principal. El resto de imágenes me las pasaron otros diseñadores cuando lo denuncié en las redes sociales”.
-Usted ha llamado la atención sobre la falta de profesionalidad en los jurados de estos concursos y sobre los premios ínfimos. ¿Cuál cree que es el motivo de que ocurra esto?
“El principal motivo es la idea errónea que tienen los responsables de las administraciones públicas de que están haciendo algo por los ciudadanos, algo participativo y que consigue mucha repercusión con poca inversión… Al final, se resume en un concurso especulativo, que perjudica al sector del diseño. Si los propios responsables de las instituciones son los que infravaloran nuestro trabajo, mal empezamos. Salvando las distancias, no me imagino a un Ayuntamiento haciendo un concurso abierto a todos los ciudadanos de más de 14 años, para diseñar el edifico del consistorio, que valoren la estructura del edificio los concejales, y le pague al ganador 500 euros y un bocata.
Invierto al mes unos 1.000 euros en pagar la Seguridad Social, IRPF, IGIC, licencias, local, agua y luz… ¿De verdad pretenden que mi estudio o cualquier otro, participemos en un concurso especulativo que no sabemos si ganaremos? Invertimos tiempo de trabajo para ganar 500 euros, que se quedarán en 415 euros tras pagar el IRPF, cuando solo de Seguridad Social pago 276 euros mensuales».
-¿Cuál cree que es la solución?
«He participado en muchos concursos, he ganado algunos y perdido otros, y como tengo algo de experiencia en este tema, tengo claro que los concursos no son una solución. Desde Di-Ca creemos que la solución es las ‘llamadas a proyectos’, debatidas por la mayoría de asociaciones de diseñadores de España y unificadas por READ. Consta de: bases bien redactadas; premios acordes al encargo y al precio del sector; solo pueden presentarse profesionales acreditados (diseñadores, estudios, agencias, etc); a parte de los documentos acreditativos de su actividad, deben entregar una carta de motivación y una muestra de proyectos relacionados; un jurado profesional elegirá tres finalistas, que se les pagará una cuantía por desarrollar una propuesta; y al ganador, entre esos tres finalistas, se le pagará una cuantía mayor y desarrollará las aplicaciones, en el caso de que las hubiera. Con este sistema se consigue una alta participación en la primera fase y se garantiza el concurso de profesionales acreditados con una trayectoria certificada. Quien convoca la ‘llamada a proyecto’ consigue tres finalistas con capacidad de hacer el trabajo de forma eficiente. Además siempre puede exigir responsabilidades a los profesionales. A un aficionado que no esté dado de alta poco se le puede reclamar».
-¿El gremio de los diseñadores gráficos canarios está unido, puede hacer presión en este sentido?
«La Asociación de Diseñadores y Empresas de Diseño de Canarias (Di-Ca) tiene un peso importante en el sector, siendo más de 70 asociados (entre autónomos y empresas) hemos conseguido: que se aprobara en el Parlamento de Canarias la Proposición No de Ley para incluir al diseño dentro de la ACIISI, como factor innovador empresarial; hemos reclamado concursos; ayudado a instituciones a convocar ‘llamadas a proyectos’; y otras muchas acciones que se pueden ver en la web de la asociación (http://di-ca.es). Por poner varios ejemplos: la nueva marca ‘Santa Cruz el corazón de Tenerife’, la futura web del TEA, la nueva marca de ‘elaborado en Canarias’ y la nueva marca de la ‘Orquesta Sinfónica de Tenerife’, son ejemplos de colaboraciones de Di-Ca con las instituciones mediante la realización de ‘llamadas a proyectos’ para profesionales».
-¿En una ‘llamada a proyecto’ es sencillo descubrir un plagio?
«En un concurso siempre se puede colar algo por muy bueno que sea el jurado. Básicamente es imposible saber todo lo que se publica en el mundo. Pero, en una ‘llamada a proyecto’ es más complicado que se cuele algo plagiado, ya que se han presentado portfolios y sabes cual es el estilo y las capacidades de los participantes».
-Y en cuanto a sus proyectos, ¿ha realizado algún cartel para los próximos carnavales?
«No, ya no participo en concursos de carteles; salvo el de ‘Terras Gaudas’, el cual si posee un jurado profesional, un premio por encima del valor del mercado y un reconocimiento internacional».
-¿Cuáles han sido sus últimos trabajos?
«Los que han salido estas dos últimas semanas han sido: la comunicación gráfica de ‘La Ruta de la Tapa de Guía de Isora’, el diseño de la intranet del Ayuntamiento de Santa Cruz, la campaña de los ‘Bienes de Interés Cultural’ del Cabildo de Tenerife, y el rediseño de la marca y el packaging de ‘Viña Zanata’, entre otros. Actualmente trabajo en una treintena de proyectos, tanto para empresas privadas como para la administración pública, la mayoría relacionados con diseño corporativo, gráfica publicitaria y diseño web. Y con respecto a la cartelería de carnavales, la última que hice fue la del Carnaval de Las Palmas de Gran Canarias del 2016, que fue cuando decidí dejar de presentarme a estos concursos».