“Lo que se hace ahora en fotografía de bodas es mucho más documental de lo que se hacía antes”

Juanmi Alemany – fotógrafo premiado en los Wedding Awards
“Prefiero dar unas pequeñas directrices y luego que ellos actúen libremente, que sean naturales, para que se reconozcan en sus propias fotografías”. El fotógrafo tinerfeño Juanmi Alemany explica a CANARIAS EMPRESARIAL que las fotografías de bodas actuales tienen un carácter más documental que las que se hacían 10 o 15 años atrás. El reportero especializado en bodas ha sido galardonado en el marco de los Wedding Awards 2018 en la categoría de Fotografía, otorgado por el portal Bodas.net.
-¿Esta es la tercera ocasión en la que ha sido galardonado en los Wedding Awards?
“Sí, esta es la tercera vez. No han sido consecutivas, sino en las ediciones segunda, cuarta y quinta”.
-¿El premio lo otorgan los propios clientes de los profesionales?
“Bodas.net es el mayor portal de bodas de España y de algunos otros países de Europa. Lo que hace es que, por medio de lo que opinan sus clientes, hacen una lista con los más valorados. Es uno de los pocos concursos que tienen este método. En la mayoría, la evaluación la hace un jurado, yo mismo he formado parte de algunos. En este caso, lo que se premia, además de las cualidades técnicas o estéticas, también es el compromiso, la gratitud, el trato, la profesionalidad que perciben los clientes del fotógrafo”.
-En su caso, ¿qué cree que han valorado más sus clientes?
“Primero, en cuestiones técnicas, siempre intento cuidar mucho la luz, la composición y esperar el momento preciso. Creo que esas tres cosas son imprescindibles para tener una buena fotografía de boda. Y segundo, el trato cercano. El que se dedique a esto, tiene que gustarle mucho porque es un trabajo muy social, y en el que no todo el mundo vale. Tengo amigos que son grandes profesionales, reconocidos internacionalmente de fotografía de naturaleza, que han intentado hacer fotografía de boda, y no han podido, porque son muy fríos para hacerlo”.
-Sobre la cuestión técnica, ¿qué tipo de iluminación utiliza?
“Soy un enamorado de la fotografía hecha con luz natural. Intento trabajar todo lo posible con iluminación natural, pero en ocasiones me veo en la obligación de utilizar un flash, que uso de contraluz o para siluetear. En el caso de la fotografía de moda, sí hago todo el trabajo con flashes”.
-¿Prefiere que las parejas posen para la cámara?
«No, prefiero dar unas pequeñas directrices del lugar donde se deben poner, por cuestiones de iluminación y luego que ellos actúen libremente. Normalmente cuando los clientes ven los resultados se sorprenden porque no esperaban que salieran así. Cuando vienen a la sesión, piensan que deben posar, por eso llegan nerviosos, pero luego se dan cuenta de que no se trata de eso. No son modelos, por eso no puedo hacerles posar porque no saben como hacerlo. Quiero que se vean naturales, que se reconozcan ellos mismos. Algunos me dicen, si eres capaz de sacarme guapo, demostrarás que eres un buen fotógrafo. En realidad todos salen guapos, y no es porque yo sea un buen fotógrafo, sino porque ellos se muestran naturales y se reconocen en las fotos».
-¿Cómo afronta el trabajo de una boda?
«Nunca hago una boda sin hacer una preboda. Es imposible captar cosas que van a surgir en la boda si no los conozco previamente. Me gusta estar una tarde con ellos, fotografiándolos, conociéndolos, riéndonos, sabiendo como son, si son callados, si son cortados, si son risueños. Y que ellos me conozcan a mí, porque cuando voy a sus casas, a los preparativos de la boda, cuando se están vistiendo, y yo me tiro al suelo para hacer una fotografía en picado o me escondo detrás de una puerta, si no me conocieran, pensarían: ¿qué está haciendo este? Además, hay otras cosas que son importantes. Debo saber si esas personas tienen hermanos, o si no, si se llevan bien, si su padre falleció, o si su abuela está enferma. Porque intuyo, cuando trabajo, lo que va a suceder. Durante la boda, si se levanta la madre y abraza a la hija, sé si esa persona se va a poner a llorar, y debo estar atento».
-Usted procede del sector de la fotografía de la naturaleza. ¿Qué le ha aportado esa experiencia al campo de la fotografía de bodas?
«Cuando cambié de la fotografía de naturaleza a la fotografía de moda, me imaginaba en vez de una medusa al traje de una modelo, y me imaginaba que una gorgonia que veía debajo del mar era un tocado, y componía en función de lo que me parecía bonito. Siempre me ayuda porque al final se trata de composición, de iluminación. Lo que sí es cierto, es que me impresionaba mucho más fotografiar a personas que a un tiburón, a una ballena o lo que fuera. Porque dentro del agua nunca dirigía, y fuera del agua si que tengo que tomar la iniciativa».
-¿Cómo fue el paso de la fotografía de naturaleza a la fotografía de boda?
«Trabajaba para revistas fotográficas y de buceo, pero tenía un trabajo de oficina. El cambio surgió cuando una pareja que se iba a casar me pidió que fotografiara su boda. Nunca lo había hecho, y no me veía corriendo detrás de unos novios, ni del cura ni de los invitados. Insistió tanto el novio que le propuse que buscara un fotógrafo de bodas profesional, que hiciera su trabajo desde su punto de vista y que yo lo haría desde el mío. Así se aseguraría, en caso de que yo fallara, que iba a tener las fotografías del otro. Pero tenía tanta confianza en mí, que me dijo que si no salía bien, no importaba. Y gracias a esa persona, que no conocía de nada, vivo hoy día de la fotografía de bodas. Hice ese trabajo, le gustó y a partir de ahí empezaron a venir más encargos».
-¿Compagina varios géneros fotográficos?
«Hoy me dedico exclusivamente a la fotografía, no tengo otra fuente de ingresos. Y dentro de esto, estoy haciendo fotografía de boda; publicitaria y de producto; y de moda. Y en cuanto a la fotografía submarina, hago encargos o vendo alguna fotografía concreta para revistas. También suelo mezclar los géneros, por ejemplo, el otro día hice las fotos para el catálogo de ‘Culito from Spain’ que forma parte de Tenerife Moda, de fotografías submarinas de las modelos con sus ropas».
-¿Qué tipo de trabajos hace de fotografía submarina?
«Lo último fue las ballenas jorobadas en la República Dominicana, que fue a finales del mes de enero; y el anterior fue un reportaje de la ballena azul, en Sri Lanka, el año pasado. Precisamente hoy por la mañana [por el día 3 de abril] estuvimos montando un reportaje documental que narra el sueño de un niño que tiene tres animales preferidos que son la ballena azul, el tiburón blanco y la ballena jorobada. Lo hemos grabado en todos esos viajes y ahora estamos montando para enseñarlo. También trabajo con colegios, con Ediciones Santillana, les explico a los niños con mis fotografías qué hay bajo el mar».
-¿Cómo valora el trabajo de los fotógrafos de bodas canarios? ¿Ha mejorado el nivel en los últimos años?
«Sí ha cambiado mucho. La idea que tenía de la fotografía de boda antes de dedicarme a esto, era la de mi propia boda, hace más de 10 años, en la que los novios posábamos. Para hacer mi primer trabajo de este tipo me documenté buscando en Internet. Aluciné con lo que se estaba haciendo ahora, por las composiciones, las luces. No tenía nada que ver con lo que se hacía antes, era todo mucho más documental. Y en Canarias hay un nivel muy alto, hay muy buenos fotógrafos al nivel de los del resto del país y reconocidos a nivel mundial. Lo que pasa es que la fotografía de boda no tiene el reconocimiento que tienen otros géneros fotográficos. Se ve socialmente como si estuviera en un escalón más bajo. Se piensa popularmente que la fotografía de boda la puede hacer cualquiera. Seguramente es cuestión de enseñar estos trabajos a la población en general, porque mucha gente los desconoce. Algunas personas que han visto las fotos en mi estudio, han dicho que cada una parece el fotograma de una película, que cada una cuenta una historia, que es lo que intento buscar».