“Una óptica que abra hoy tardará cinco años en dar beneficios”

Irene Esteve y Pedro Rodríguez – Empresarios ópticos
El sector de las ópticas que parecía ser tan rentable hace una década, ahora ya no lo es tanto. Ha llegado a tal punto de saturación que muchas tiendas están cerrando, y las que abren, tardan hasta cinco años en ser rentables. Así lo explican Irene Esteve Santa Isabel y Pedro Rodríguez Carmona, dos experimentados empresarios del sector, con más de 26 años de trayectoria, propietarios de Óptica Prisma. CANARIAS EMPRESARIAL ha hablado con ellos de los obstáculos que se interponen en el ejercicio diario de su profesión y de las dificultades que encuentran los nuevos emprendedores.
-¿En qué año se abrió Óptica Prisma?
Irene Esteve: “En el año 1986”.
-¿Fue un buen momento para abrir una óptica?
I.E: “Sí, nosotros abrimos en muy buen momento. Nos fue bien desde el primer día, porque dimos un enfoque que no estaba muy visto, atención más personalizada, especializada. En aquella época lo normal es que se atendiera al cliente en un mostrador, nosotros le atendíamos sentados, como en una oficina. La tienda de ahora está igual que en 1986”.
-Y a lo largo de este tiempo ha ido mejorando
I.E: “Sí las ventas han ido mejorando durante estos años”.
-¿Cuándo empezaron a notar la crisis?
I.E: “El bajón en las ventas lo hemos notado a partir de marzo de este año. Antes habíamos notado una leve reducción de ventas, pero no se podría llamar todavía crisis, ahora sí”.
-¿Por qué cree que existe esa diferencia con las tiendas del resto de sectores, al que le llegó la crisis hace varios años?
I.E: “El producto que nosotros vendemos es sanitario, y la gente no puede prescindir de él. Prefiere ahorrar en otras cosas, y gastarse el dinero en unas buenas gafas, o por lo menos eso les ocurre a la mayoría de nuestros clientes”.
-¿Ahora los clientes miran menos la moda?
I.E: “Sí, ahora miran menos la marca, y más la calidad, la comodidad. Aunque hay dos tipos de clientes: unos, comprueban la calidad y la comodidad de unas gafas, y luego preguntan el precio; y otros, miran primero el valor. Pero este último caso es una minoría”.
-¿En qué productos se ha notado más la caída de las ventas?
I.E: “Sobre todo en las gafas de sol. Es en lo que más se ahorra. Antes había gente que se compraba tres o cuatro gafas de sol al año. Ahora compran una cada dos años. También se ha notado en los productos de mantenimiento de lentes de contacto, porque ahora compran donde se los den más baratos. Ahí es donde hemos introducido la marca blanca”.
-¿Y qué opina de las marcas blancas de ese tipo de productos?
I.E: “La marca blanca en los productos de mantenimiento de lentes de contacto que nosotros vendemos, la adquirimos con el grupo de compra. La hemos conseguido en un buen laboratorio, que nos etiqueta nuestra marca, en un producto de gran calidad. Además, cuando sale alguna novedad, siempre se incorpora a la solución de marca blanca”.
-Pertenecen a un grupo de compra…
I.E: “Si, nos gusta más que una franquicia, por supuesto, porque mantenemos nuestra identidad”.
-¿Cuál es la ventaja con respecto a una franquicia?
I.E: “La franquicia te obliga a mantener una imagen, es más encorsetada. Y con el grupo de compra simplemente consigues mejores precios y mejores condiciones, manteniendo nuestro estilo”.
-¿Cuál es la principal competencia de Óptica Prisma?
I.E: “La única competencia que tengo en cuenta es la competencia desleal, como la venta de gafa premontada fuera de los canales sanitarios y la venta en supermercados de soluciones de lentes de contacto. Para mi eso son los enemigos. Cualquier otro profesional a mi nivel, bienvenido sea”.
-¿Últimamente ha crecido esa competencia desleal?
I.E: “Se venden gafas graduadas en mercadillos, de procedencia dudosa; se despachan líquidos en supermercados de forma no controlada; se venden también gafas por internet; se regalan gafas en revistas, de muy mala calidad. La gafa es un producto hecho a medida, y si no se hace así, está mal. Ahora también se están vendiendo en farmacias gafas premontadas para ver de cerca, pero sin la atención de un profesional. Me han llegado casos de personas que ven muy mal con las gafas que acaban de comprar en farmacias”.
-¿Óptica Prisma ha hecho algo especial para afrontar la crisis?
I.E: “Los servicios que prestamos son los mismos de siempre. Solo sabemos trabajar con calidad. Pero hemos tenido que hacer descuentos, poniéndonos al nivel de calle, a costa de reducir márgenes de beneficio”.
-¿Qué opinan de que la seguridad social no financie la compra de gafas?
I.E: “Estaría muy bien que un porcentaje estuviera subvencionado por la seguridad social”.
Pedro Rodríguez: “Sí, que subvencionara por lo menos una gafa mínima, base, como los genéricos que se venden en las farmacias”.
I.E: “Como pasa con los artículos de ortopedia, que el cliente paga de su bolsillo, y luego la seguridad social le subvenciona ese importe”.
-¿Qué opinan del tratamiento que reciben los empresarios por parte del Gobierno de Canarias?
P.R: “El Gobierno de Canarias en el pago del IGIC nos pone muchísimas trabas. Y también en la importación y devolución de productos, con la burocracia y el papeleo que nos entorpece el trabajo. Un repuesto que llega a la Isla sin ningún cargo, que está en garantía, tiene que pagar un despacho de aduanas de más de 20 euros”.
-¿Creen que hoy en día es rentable abrir una óptica? ¿Lo recomendarían a un emprendedor?
P.R: “No, si no está respaldado por una óptica que ya funciona, una nueva óptica es inviable. A no ser que tenga mucho dinero, y asuma no recibir beneficios durante cinco años al menos. Desde que empieza a hacer clientes y comienza a mantenerse por si mismo, tendrá que pasar como mínimo ese tiempo”.
I.E: “Nosotros ya tenemos todo perfectamente montado y pagado, hemos ido renovando maquinaria, y estamos a la última. Pero para una persona que empieza de cero y espera a que le entren los clientes que no le conocen, es muy complicado”.
-¿Creen que una franquicia sería una buena fórmula para alguien que empieza?
I.E: “No, al contrario, las franquicias le absorbe todavía más recursos, y no compensan con las ventajas que ofrecen. Tal vez, la solución sería unirse a un grupo de compra, que le ahorre tener un taller de montaje propio. Pero eso por otro lado le impediría prestar determinados servicios. O tal vez, el autoempleo. Poner un punto de venta pequeño, equipado con lo indispensable, y un taller externo”.
P.R: “El problema es que el mercado está bastante saturado. Hay una oferta demasiado grande. Hace diez años hubo un incremento en la demanda de servicios de este sector, aumentó la formación en esta especialidad de óptica y se propició la apertura de nuevos establecimientos. Pero ese incremento ha sido tan desmesurado que ha llegado al punto de que la oferta ha sobrepasado con creces a la demanda”.
I.E: “Ahora con la crisis se nota más. Muchos establecimientos han tenido que cerrar, y otros muchos lo harán a lo largo de este año y del próximo.
P.R: “Y, por otro lado, las grandes cadenas lo están pasando peor que las ópticas independientes. Están acostumbradas a vender mucha cantidad a bajo precio, en detrimento de la calidad del servicio. De tal forma, que ahora todos damos unos precios similares y ellos siguen dando un mal servicio. Ahora algunas cadenas se están vendiendo a otras mayores, extranjeras. Están falseando los resultados, para que parezca que siguen siendo rentables, y poder venderse mejor”. ●