“Queremos dar servicio a las operadoras de satélite que necesitan la mejor información para reducir el riesgo de impacto con la basura espacial”

Sergio Salata – miembro del equipo del proyecto ‘Space-T’
Los telescopios de los observatorios del Teide y del Roque de Los Muchachos, y los científicos que los manipulan, han inspirado muchos proyectos empresariales de las islas. El último ha sido ‘Space-T’, ganador de la quinta edición de la Startup Weekend Tenerife, celebrado durante el fin de semana del 31 de marzo al 2 de abril. Según explica a CANARIAS EMPRESARIAL uno de los miembros del equipo, Sergio Salata, pretende “prestar servicio a las operadoras de satélite que necesitan disponer de la mejor información para reducir el riesgo de impacto con la basura espacial”. Funciona detectando esos residuos, monitorizando su trayectoria y prediciendo su comportamiento. “Podremos avisar con antelación de un día a los operadores de satélites, para que modifiquen la posición o por lo menos la orientación de los mismos”.
-En la presentación de ‘Space T’ en Startup Weekend Tenerife usted dijo que el software que están desarrollando ya ha detectado un objeto de órbita baja. ¿En qué fase está ese software?
“Lo hemos probado para la detección de las imágenes que tenemos en el repositorio. No hemos probado todavía la monitorización ni la predicción con este software”.
-Usted enumeró las fases del proyecto: detección (2017), monitorización (septiembre 2017), y predicción (2018). ¿Ese es el calendario para la elaboración del software?
“Hay una necesidad de buscar una combinación de factores. Por un lado está el funcionamiento del software, pero también tenemos que poner en funcionamiento, tanto la infraestructura propia, como establecer, a lo largo de este año, asociaciones con las diferentes instituciones que gestionan los telescopios de los observatorios del Teide y del Roque de Los Muchachos para poder acceder a las imágenes que ellos están haciendo noche tras noche”.
-¿Con cuánto tiempo de antelación ‘Space T’ podría predecir un impacto?
“En un principio nuestro foco va a estar en dos horas, pero el objetivo realmente es hacerlo con 24 horas de antelación. Si tenemos ese margen tendremos suficiente ventaja frente a cualquier otro competidor a la hora de poder convencer. Sería una propuesta de valor única, el poder avisar con antelación de un día a los operadores de satélites que son quienes tienen que modificar la posición o por lo menos la orientación”.
-Lo que ustedes venden no es un producto sino un servicio ¿Eso complica el proyecto?
“Lo que proponemos es prestar un servicio a grandes operadoras de satélite que necesitan disponer de la mejor información para así reducir al máximo el riesgo de impacto de sus satélites con basura espacial. Pero eso no tiene por que ser un obstáculo para el proyecto”.
-¿Han calculado cuál es la cantidad de dinero necesaria para financiar el proyecto?
“No, no tenemos hecho el análisis detallado, y depende de las reuniones que tengamos estas semanas, tanto con expertos del IAC como con ingenieros de datos para hacer un estudio más profundo de qué financiación vamos a necesitar para desarrollar el algoritmo de predicción, que es el más complejo. Buscar la financiación externa va a ser una de las grandes necesidades que deberemos cubrir a lo largo de este año y especialmente en la primera mitad del año 2018”.
-¿Qué empresas o qué instituciones podrán financiar el proyecto?
“La respuesta obvia, viendo el contexto del Startup Weekend, son instituciones que estaban presentes allí, ofreciendo su apoyo. Pero no será suficiente sobre todo para la segunda y tercera fase. Y para ello tendremos que identificar a inversores que entiendan lo suficiente de esta industria como para poder convertirse, no solamente en fuentes de financiación, también en guías y palancas para lograr los contactos necesarios para lograr el éxito”.
-¿Qué necesidades deberá cubrir la finanaciación?
“Tenemos que enfocar la financiación principalmente en dos áreas: por un lado, en el desarrollo del algoritmo; y por otro, en hacer esfuerzo comercial para darnos a conocer en los ámbitos adecuados, entre los responsables de las empresas de satélites y entre los expertos en astronomía. Una de las grandes basas que tenemos en Canarias es el acceso a los mejores expertos del mundo a la hora de observar el cielo, y ese es un activo que debemos aprovechar. De hecho, esta misma semana, me voy a reunir con un experto en basura espacial que trabaja en el IAC. A finales de este año vamos a necesitar también una inversión en infraestructura, porque deberemos disponer de espacios en el monte donde posicionar nuestros propios telescopios, pequeños, robóticos y de bajo coste, para poder controlar toda la cadena de producción. A medio y largo plazo es imprescindible que no dependamos de otros para poder hacer algo que es básico, que es tener nuestras propias imágenes, obtener las mejores imágenes posibles”.
-¿Tienen definido el equipo que trabajará en el proyecto? ¿De qué tipo de perfiles profesionales se trata?
“Sí, aumentará dependiendo del éxito que tengamos, lógicamente. La ambición de cualquier empresa es la de dar un servicio cada vez mejor, y para eso necesitaremos más gente a lo largo del tiempo. El grueso de nuestro equipo en este momento lo componen desarrolladores que han sido el corazón del algoritmo que hemos desarrollado, y tendrá que seguir siéndolo para poder llegar a buen puerto a la hora de definir un software que sea capaz no solo de detectar sino también de aprender de esas detecciones para ir mejorándolas a lo largo del tiempo. Sobre el algoritmo de detección tenemos que añadir una capa de aprendizaje por computadora, de ‘machine learning’”.
-Algunos de sus competidores son: Deimos, Astroscale y ExeAnalytic ¿Qué diferencia estos proyectos de ‘SpaceT’?
“La ventaja con respecto a Deimos, por ejemplo, que es una empresa española potente, con capacidad y que está enfocada también, entre otras cosas, en identificar basura espacial, es que ellos utilizan tecnología basada en radiotelescopios, que tienen una precisión mucho menor a la hora de identificar basura espacial y sobre todo de situar su posición. Eso es crítico, porque si no tienes la posición y por lo tanto no eres capaz de identificar la trayectoria de forma muy precisa, no tienes la capacidad de hacer un algoritmo que te diga de manera efectiva y a bajo coste, la posición futura de esa basura espacial, de los objetos estelares”.
-Actualmente hay unos 3.500 satélites orbitando en el espacio. ¿Cuánto se puede incrementar esa cifra y que puedan seguir orbitando de forma segura?
“La seguridad de los satélites no depende tanto de su número, como de la cantidad de objetos no controlados que hay en órbita, en la órbita baja a la que llaman LEO (low earth orbit). Una órbita que está bastante cerca de la tierra, en la que más se está intensificando la concentración de objetos. En los últimos 17 años se ha triplicado la cantidad de objetos que hay en en esta órbita, la basura espacial, objetos de más de 10 centímetros que son relativamente fáciles de identificar en el cielo. El desafío está en identificar estos objetos, y también menores, porque incluso los más pequeños son muy destructivos para los satélites o para una estación espacial. La órbita geoestacionaria, está más alejada de la tierra, pero también hace falta controlarla porque es muy útil para los satélites que estén sobrevolando la tierra desde un punto definido del espacio, por ejemplo satélite de televisión”.●