Formación para la motivación

Es significativa la relación que se establece en la empresa entre la formación y la rentabilidad económica, debido el aumento de la eficacia del trabajador, pero no menos importante es el vínculo que se crea entre el aprendizaje y la motivación. Según un estudio, aproximadamente 9 de cada 10 empleados se sienten más involucrados, más motivados, cuando reciben formación. Normalmente el trabajador tiene la sensación de conocer todo lo referente a su campo, pero lejos de esa utopía sabe que puede mejorar en lo que domina y puede hacer más sólido su conocimiento en aquello que desconoce o que conoce superficialmente.
La formación ayuda al trabajador a adquirir conocimientos, destrezas, habilidades; a integrarse en su equipo; a conocer nuevas tecnologías y formas de trabajar; en su desarrollo personal y profesional; en su reconocimiento (ser escuchado, ser valorado…); a participar en la empresa (mejorar procesos, aportar ideas…); y a mejorar el nivel de eficiencia en su área (mejora de procesos y áreas).
Reid Hoffman y Ben Casnocha en el libro ‘El mejor negocio eres tú’ analizan la tendencia normal de las personas a desa-tender el aprendizaje cuando terminan la universidad. “Leen sobre acciones y bonos en lugar de leer libros que mejoren su formación. Comparan sus salarios con los de sus pares en lugar de comparar las lecciones aprendidas. Invierten en la bolsa y se olvidan de invertir en sí mismos. En síntesis, se concentran en los activos tangibles en lugar de los intangibles, y esto es un error”.
Los autores Hoffman y Casnocha no sugieren que siga siendo “un universitario mal afeitado por siempre”. “Es importante hacer dinero y forjar activos económicos. Pero intenta en lo posible dar prioridad a los planes que ofrezcan mayores posibilidades de aprender sobre ti mismo y sobre el mundo. No solo harás más dinero a largo plazo, sino que tu carrera será más satisfactoria. Pregúntate qué plan te permitirá desarrollar con más rapidez tus activos intangibles, o más fácil aún, qué plan ofrece un mayor potencial de aprendizaje”.
Las empresas deben tener un papel activo en la formación y el reciclaje de sus empleados, bien sea a través de cursos online, que el trabajador puede realizar en su tiempo libre o bien a través de cursos que se imparten en la propia empresa, destinando a éstos, una pequeña parte de la jornada laboral, comenzando antes su horario de trabajo o finalizándolo más tarde de lo habitual.
La formación está al alcance de todas aquellas empresas que estén interesadas, independientemente de su tamaño, o condición. Además todas las empresas que cumplan un mínimo de requisitos pueden beneficiarse de ésta formación de manera bonificada, sin que suponga ningún coste a la propia empresa ni a los trabajadores.
Requisitos de las empresas para solicitar formación bonificada:
-Tienen derecho a acogerse todas las empresas que tengan centros de trabajo en el territorio del Estado español, cualquiera que sea su tamaño o ubicación.
-Que desarrollen formación para sus trabajadores.
-Que coticen por la contingencia de Formación Profesional a la Seguridad Social.
-Que estén al corriente en los pagos a la Seguridad Social y Hacienda.
-Que hayan efectuado el pago del curso según la tarifa que recoge el catálogo de cursos y forma de pago y siempre antes de realizar la bonificación.
-Seguir las instrucciones necesarias que se le harán llegar a la finalización del curso, para presentar los Seguros Sociales aplicando la bonificación y la forma correcta de contabilizar el gasto por formación continua.
La formación para empresas puede ir enfocada a distintas áreas, como creatividad e innovación, marketing y publicidad, nuevas tecnologías, habilidades de negociación, trabajo en equipo, motivación, técnicas de resolución de conflictos, idiomas, gestión financiera, gestión de recursos humanos. ●