“Un Comisario Europeo nos ha dicho que la cochinilla es un producto susceptible de ser amparado por el paraguas financiero del POSEI”

Lorenzo Pérez – presidente de la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias (Acecican)
Seguramente conseguirán lo que llevan demandando durante años los criadores de cochinilla de Canarias, que: la Unión Europea incluya este sector en el régimen de compensaciones del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI). En este sentido, el presidente de la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias (Acecican), Lorenzo Pérez, ha relatado a CANARIAS EMPRESARIAL como ya en mayo del año pasado recibieron una carta de un comisario europeo en la que les comentaba “que era un producto susceptible de ser amparado por el paraguas financiero del POSEI”. Ahora el Gobierno de Canarias solicitará antes de julio, de manera formal, a la Unión Europea que se tome esta medida.
-¿En qué fase está ya la negociación con la Unión Europea para la incorporación de la cochinilla al programa de ayudas POSEI?
«Actualmente está en la fase de comunicación previa, que debe ser antes del mes de julio. La negociación con la UE debe ir muy bien, porque en el mes de mayo del pasado año, recibimos contestación por escrito del Comisario Europeo, Phil Hogan, argumentando su satisfacción, al conocer que la cochinilla de Canarias estaba inscrita desde 2016 en el Registro Europeo de las Denominaciones de Origen Protegida. Por otro lado, el propio comisario nos comentó que era un producto susceptible de ser amparado por el paraguas financiero del POSEI, pues la cochinilla está recogida en el ANEXO I de la PAC, así como también dentro del PDR».
-¿Han calculado ya qué cantidad de dinero podría llegar al sector por la incorporación al programa de ayudas POSEI?
«Estamos pendientes de una reunión con el consejero de Agricultura para abordar este asunto. Hemos calculado que nuestro Plan Estratégico de Exportación dentro del POSEI debe alcanzar la cifra de 1.400.000 euros. Los Programas POSEI duran siete años, por lo que no pretendemos entrar con esa cantidad de inicio. Tampoco queremos entrar en este programa para restar a otro producto agrícola, ni mucho menos, para eso hay que seguir las pautas que ha dado la CE al Ejecutivo, que trata de ir derivando fondos del REA al sector primario. Hace mucho tiempo se vienen haciendo trasvases, y lo que exigimos es que el próximo trasvase sea para cubrir nuestras necesidades. El Gobierno de Canarias ha establecido unas 350 hectáreas potenciales para el cultivo de cochinilla en Canarias.
Hay que tener en cuenta la oferta y la demanda en el comercio internacional, porque no olvidemos que la cochinilla es un producto exclusivamente de exportación, la demanda en el mercado interno es casi nula. Venimos trabajando en esta cuestión desde hace años con multinacionales de mucho prestigio en materia de colorantes naturales, y hemos previsto que atenderían la oferta de cochinilla de Canarias si nos ajustamos al precio internacional del mercado estimado en 20 euros/kg. Estamos hablando aproximadamente de tener una presencia en los mercados internacionales sobre las 40 toneladas/año mínimo. Esta cantidad supone un 1,3% de lo que se consume de este producto globalmente. Para lograr nuestro objetivo, necesitamos dignificar el trabajo de los agricultores de cochinilla, lo que conlleva poder soportar parte de los costes de producción en los campos agrícolas».
-¿Esas ayudas harían que se incrementara la cantidad de superficie cultivada de tuneras?
«Eso es lo que han conseguido todos los productos dentro de la ficha POSEI».
-¿La producción de cochinilla en Canarias se ha mantenido estable en los últimos años?
«La cochinilla es un sector que lleva en crisis de exportación desde hace décadas, los agricultores han ido abandonando exponencialmente los campos de cultivo. Este hecho lo hemos denunciado el pasado año, tanto en la UE como en el Estado, y ambos nos respondieron satisfactoriamente a nuestros escritos. Tanto desde Europa, como desde Madrid, nos han comunicado que la iniciativa para salvar este nicho agrícola debe proceder del Gobierno de Canarias. Nos han animado a manifestarlo y así lo hemos hecho.
El abandono no se debe a que no exista demanda, todo lo contrario, esta se ha ido incrementando. Pero la globalización de los mercados y la mano de obra en los campos de cultivo de terceros países han mermado nuestra competencia. Esto es algo que le ha sucedido a todos los sectores exportadores agrícolas de Canarias, y para ello existen las OCM y el POSEI. Actualmente estamos con un stock que supera las 30 toneladas».
-¿Cuál es el destino de las exportaciones de cochinilla canaria?
«La cochinilla se suele embarcar a Francia, Alemania, Italia, Japón, EE.UU y Perú, principalmente».
-¿Qué usos se le da a esa cochinilla?
«El aumento del interés por los productos naturales es un hecho en todos los sectores. En nuestro caso, la cochinilla se consume sobre todo en el sector alimentario, es el colorante natural rojo más estable, desde aplicaciones en bebidas, en carnes, golosinas, helados… La demanda mundial de este producto es elevadísima y su tendencia en el consumo industrial es al alza».
-¿Cuáles son los principales países competidores productores de cochinilla? ¿Tiene alguna ventaja la cochinilla producida en Canarias con respecto a la de otras regiones competidoras?
«Nuestro principal competidor es Perú con un 90% de cuota de mercado, pero se produce cochinilla también en Bolivia, Etiopía, Chile y México. En Europa la única productora es Canarias, y esa es nuestra principal fortaleza. Porque los derivados de cochinilla tienen una presencia extremadamente alta en los mercados de la Unión. Hace muchísimos años, Canarias fue líder de exportación mundial con casi 6.000 toneladas anuales, que se dice pronto. Otro punto muy fuerte a favor nuestro es la calidad diferenciada, somos la única región del mundo en conseguir la DOP, sello muy valorado por la Comisión Europea».
-¿El procesado de la cochinilla lo hacen los propios criadores?
«Sí, hacemos todo el procesado, desde que llega del campo hasta su envasado. Luego, la transformación en colorante se hace fuera. Una vez consigamos proteger a los agricultores y dignifiquemos su esfuerzo, haciendo que la materia prima sea rentable, podremos abordar el salto a la transformación en colorante».