Buscar un ‘business angel’ no es esoterismo

Buscar un ‘business angel’ no es una cosa extraña, esotérica, reservada para iniciados. El concepto llegó desde Estados Unidos y en España es una realidad desde hace algunos años, si bien es verdad que en Canarias la figura del financiador de empresas no se ha difundido lo suficiente. Se trata de un particular (empresario, directivo de empresa, ahorrador o emprendedor con éxito) que presta su propio dinero a personas con las que no tiene vínculo familiar, para ayudarles a desarrollar sus ideas de negocio y que, además, les ofrece asesoramiento, experiencia y contactos.
En España hay varias redes de Business Angels, organizaciones que tienen como objetivo facilitar el contacto entre empresas en sus fases iniciales con inversores privados. La más importante es AEBAN, una asociación sin ánimo de lucro, independiente y organizada democráticamente que asocia un total de 26 Redes de Business Angels con sede principal en 11 Comunidades Autónomas, aunque no está incluida Canarias. En las islas las principales redes son la Sociedad Canaria de Fomento Económico PROEXCA y AngelsPro.
PROEXCA es una empresa pública adscrita a la Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad del Gobierno de Canarias. Actúa en calidad de agencia oficial de promoción de inversiones a escala regional, prestando servicio a compañías y proyectos empresariales innovadores, con el objeto de consolidar nuevas inversiones de sectores de alto valor añadido en las Islas y su sostenibilidad.
AngelsPro forma parte de la plataforma privada InverPro.org de la Fundación Emprende Canarias (FEC). Se trata de la primera Red de inversores privados o ‘business angels’ de Canarias que gestiona inversiones entre 5.000 y 50.000 euros, desempeñando el papel de consejo asesor tecnológico externo de los inversores.
PRESENTAR EL PROYECTO AL ‘BUSINESS ANGEL’
Poco importa que la idea del emprendedor sea extraordinaria y que su plan de negocio esté pensado al milímetro, si luego no es capaz de trasmitir qué es lo importante, o cómo cuadra a la perfección. Estas son algunas recomendaciones:
-Valorar la rentabilidad. Es muy importante que el retorno que se espera conseguir del proyecto sea elevado. Hay que ser conscientes de que la tasa de éxito de un ‘business angel’ en número de proyectos es reducida, del 10% o 20%. Por eso, espera tener multiplicadores elevados de su inversión.
-Valorar al equipo. La gran baza que tiene el emprendedor es su equipo. Las personas son las que van a hacer que el inversor decida poner el capital en la futura empresa.
-Ofrezca todo su tiempo. No poder dedicarse a tiempo completo al proyecto indica falta de compromiso y denota poca confianza en sus posibilidades. El inversor quiere escuchar que el emprendedor también asumirá riesgos.
-Porcentaje que debe ceder. Seguro que su idea es genial pero, si quiere financiación, debe hacerse a la idea de que no va a ser toda suya. Para saber el porcentaje que tendría que ceder, lo primero es determinar cuánto dinero necesita para ponerla en marcha. A esa cantidad le debe sumar el valor total estimado de su empresa y dividirlo por el valor de la compañía. El resultado, en porcentaje, será la cantidad que deba ceder, no obstante, todo es negociable.
-Póngale precio a su empresa. Un inversor entra en el negocio para ganar dinero y eso se hace vendiendo. No hay que pensar en vender de partida, simplemente saber que existe la posibilidad y que debe contemplarla sin agarrarse a su proyecto más de los debido.
-Explique cómo va a conseguir clientes. Un producto o servicio no se vende solo, habrá que decírselo al mundo, así que deberá invertir en marketing y siempre se subestima su coste. Lo ideal es que el inversor pida al emprendedor un plan de marketing detallado, así que no espere a que se lo pidan.
-Conteste a todas las preguntas. Debe tener todas las respuestas preparadas. Un buen ejercicio es comentar su idea con mucha gente que haga de abogado del diablo. Y si el día de la entrevista no sabe dar respuesta a alguna pregunta, podría contestar que lo hará más adelante cuando se informe. Porque algo tan nimio como decir “no lo sé”, puede ser fatal.
-Concentre sus esfuerzos. Aparecer con varios proyectos bajo el brazo no es buena idea. Todos los emprendedores tenemos mil ideas en la cabeza, pero sólo es recomendable presentar la que tenga mejor preparada, la más rentable e invertible. Discrimine sus propios proyectos antes de que piensen que tiene demasiados pájaros en la cabeza.
-Sáltese los detalles técnicos. Póngase en el lugar de alguien que no tiene ni idea de lo que habla. Trate de transmitir mensajes sobre la solidez (ideas fuerza) de la tecnología de su negocio, pero los detalles técnicos tienen que ser los menos posibles. Es mejor explicarlo utilizando ejemplos prácticos y metáforas.
-Trate de cuadrar sus datos. Jamás debe parecer que un número se ha incluido en un plan de negocio sin estar perfectamente justificado. Los business plan deben utilizar métricas basadas en datos de la competencia, del Registro Mercantil, cuentas anuales de compañías cotizadas. Por otro lado, tampoco queda bien dar datos exagerados, poco precisos o redondeados, por ejemplo dan poca credibilidad.
-Estudiar al inversor. El emprendedor debe estudiar a cada inversor al que se dirige para adaptar su oferta. Tiene que conocer qué cantidades suele invertir, en qué fase y en qué tipo de proyectos y sectores, entre otras cuestiones. Todos los inversores no sirven para todos los proyectos. ●