Una rehabilitación para dominar el agua que circula y que cae sobre un edificio
PROYECTO FIN DE GRADO • GRADO DE INGENIERIA DE LA EDIFICACIÓN, CURSO 2014-2015
Los alumnos Rishi Jagdish Hassani, Jonathan González, Juan Franciso de Armas, Devid León y Alejandro Llopis redactaron el ‘Proyecto de rehabilitación de edificio de 36 viviendas en el barrio La Victoria, de Santa Cruz de Tenerife’ para reformar la fachada, crear una nueva red terciaria e impermeabilizar y aislar la cubierta
El agua puede ser uno de los principales agentes que degradan una casa, tanto la procedente de la lluvía, que se filtra por grietas en las paredes y techos, como la que rezuma por las redes de saneamiento. Para evitar que ese proceso siga mermando las cualidades de las viviendas de un barrio de Santa Cruz, los alumnos del grado de Ingeniería de la Edificación de la Universidad de La Laguna, Rishi Jagdish Hassani, Jonathan González, Juan Franciso de Armas, Devid León y Alejandro Llopis, han redactado el ‘Proyecto de rehabilitación de edificio de 36 viviendas en el barrio La Victoria, de Santa Cruz de Tenerife’, actuando como institución colaboradora Viviendas, Proyectos y Obras Municipales de S/C de Tenerife. Este es el cuarto reportaje, de la serie de siete, que CANARIAS EMPRESARIAL dedica a los ‘Proyectos fin de grado’ del curso 2014-2015.
El ‘Proyecto de ejecución de la rehabilitación de 36 viviendas en el barrio La Victoria, en Santa Cruz de Tenerife’ justifica la segunda fase de actuación en el Área de Rehabilitación Integral (ARI) del Barrio de La Victoria, cuyo objetivo fundamental es mejorar las condiciones de habitabilidad, accesibilidad, la recuperación de elementos estructurales y el patrimonio edificado, sin olvidar los aspectos urbanísticos, sociales y económicos, concertando actuaciones con las administraciones públicas y los propietarios de las viviendas, así como integrar el área en su entorno mejorando las condiciones del mismo. El gestor de estas actuaciones es Viviendas, Proyectos y Obras Municipales de S/C de Tenerife. La delimitación del ámbito del ‘Área de Rehabilitación Integral del Barrio de la Victoria’ viene definida por el Plano que se encuentra incluido en la documentación gráfica que se acompaña. La parcela objeto del proyecto se encuentra situada en el T.M. de S/C de Tenerife, Barrio de La Victoria, Plazoleta Churruca. Limitando al norte con C/ Almirante Díaz Pimienta, al Sur con C/ Juan Sebastián El Cano y al oeste C/ Legazpi. El edificio objeto de estudio consiste en tres bloques independientes, pero colindantes. Cada bloque tiene cuatro plantas con 3 viviendas por planta, 12 viviendas por bloque, haciendo un total de 36 viviendas en el edificio. Para comenzar el proyecto, se realizó un Informe de Evaluación de Edificios (IEE), en el cual se valoraba el estado de conservación del edificio y se realizaba la certificación energética. El resultado fue DESVAFORABLE debido al mal estado de conservación de las fachadas, medianerías, cubiertas, instalaciones y el incumplimiento de las condiciones básicas de accesibilidad. Debido a la rotura de puentes térmicos y al mal estado de las carpinterías, el resultado de la certificación energética también fue desfavorable, obteniendo una G, lo peor posible. Para subsanar todas las patologías encontradas, se propuso un proyecto de ejecución del ARI, y un proyecto complementario en el caso de que los vecinos optaran por sufragar los gastos de las actuaciones que no se pudieron desarrollar en el ARI. Dentro del proyecto de ejecución del ARI se lleva a cabo la rehabilitación de la fachada, la creación de una nueva red terciaria, la impermeabilización y estanqueidad de la cubierta y la sustitución de las redes de residuales y pluviales por una nueva red separativa. Las actuaciones excluidas del ARI por limitaciones económicas se desarrollan en el proyecto complementario, como la accesibilidad, la renovación de las telecomunicaciones, la protección contra el suelo y el abastecimiento de agua. Se realizó un monográfico en el que se estudiaban diversas propuestas constructivas para mejorar la envolvente térmica del edificio y poder así mejorar la etiqueta de eficiencia energética. Dentro de este proyecto, y para ayudar a los vecinos, se les informó de las diversas maneras de obtener subvenciones para poder rehabilitar aquellas partidas del proyecto complementario, como “el Programa de Ayudas para la Rehabilitación Energética de Edificios existentes (Programa PAREER-CRECE)”, con el fin de incentivar y promover la realización de actuaciones de reforma que favorezcan el ahorro energético, la mejora de la eficiencia energética, el aprovechamiento de las energías renovables y la reducción de emisiones de dióxido de carbono, en los edificios existentes. |
Dos de los cinco alumnos que redactaron el proyecto, Rishi Jagdish Hassani y Jonathan González, ha hablado con CANARIAS EMPRESARIAL.
-¿Se reunieron con los vecinos para ver que tipo de problemas tenían, cuáles eran sus necesidades?
Rishi: “Sí, para el trabajo, para la recopilación de información accedimos a todas las viviendas del edificio, hablamos con todos los propietarios, sacamos fotos, medimos las viviendas para que los datos concordaran con los planos, y escuchamos las quejas que tenían”.
-¿Todos las quejas de los vecinos coincidían con los resultados que obtuvieron en el estudio de patología del edificio?
R: “Sí todas las deficiencias que nosotros vimos, coincidían con las quejas de los vecinos. Pero parte de los problemas requerían unas soluciones que nosotros no podíamos darles, como la accesibilidad para la gente mayor. Desarrollar esas soluciones no eran económicamente viables”.
-¿Viviendas Municipales les informó de cuales eran las necesidades que debía cubrir su proyecto?
R: “No, nosotros nos limitamos a cumplir el área de rehabilitación integral, que tiene una serie de pautas, centradas en: sistema de evacuación de aguas residuales; creación de una red terciaria de saneamiento; tratamiento de la fachada y la envolvente; y las instalaciones y carpintería”.
Jonathan: “Estas son las pautas que marca Viviendas Municipales en relación al presupuesto del que se dispone”.
R: “La primera necesidad es la de solucionar la estructura del edificio, pero en este caso, no tenía grandes problemas, por lo que pudimos emplear ese dinero en otras cosas”.
-¿En qué consiste la red terciaria?
R: “La red terciaria es la que separa las aguas residuales de los baños, de la pluvial de la lluvia. Se separan las aguas de manera que se puede utilizar el agua pluvial para, por ejemplo, regar los jardines que rodean el edificio, para limpiar el barrio… De la antigua manera todas las aguas se mezclaban y no se podían reutilizar”.
-También proponen instalar una envolvente térmica. ¿En qué consiste?
R: “La fachada tiene muchos problemas porque muchos vecinos pasaban por ahí los cables de antena de televisión; muchos vecinos quitaron las ventanas viejas y no sellaron perfectamente las nuevas; las humedades se filtran y hace que se caigan trozos de pared. Todo eso hace que la diferencia térmica entre el interior y el exterior fuera incómoda para los habitantes”.
J: “El aislamiento térmico consiste en colocar unas placas aislante, con unos anclajes y luego una serie de morteros y mallas, que consigue un aislamiento del exterior tanto acústico como térmico. Y todo eso se hace por el exterior del edificio para que no sea necesario acceder al interior y molestar a los vecinos. Hasta ahora el edificio no tenía nada parecido. Eso tiene un coste relativamente elevado, pero se consigue una mejora en la eficiencia energética”.
R: “Además, conseguir los resultados previstos con el aislamiento SATE, hace que el edificio esté dentro del baremo para conseguir las subvenciones del Programa PAREER-CRECE. Y con eso, la repercusión económica no es tan elevada, y la mejora en la calidad de vida de los vecinos es bastante notable”.
-También propusieron impermeabilizar el exterior, pero ¿todo eso debía estar limitado por la cuestión económica?
J: “Sí, por eso debimos hacer un proyecto complementario en el que constaban todas las medidas, que por motivos económicos, no se pudieron incluir en el proyecto principal”.
R: “Aunque la ayuda que presta Viviendas Municipales y Gobierno de Canarias sufraga el 90% del coste total de la rehabilitación, aún así, supone mucho dinero para los vecinos, por eso no se puede incluir gastos adicionales en el proyecto principal”.
-¿Qué deficiencias vieron en los materiales con los que fue construido?
J: “Fue construido en el año 1944 o 1946, de protección oficial que luego se cedió a los vecinos, y las viviendas no son pequeñas, porque tienen tres habitaciones, baño, cocina, salón, balcón. Es de los más antiguos que vimos y de los peor construidos”.
R: “No tiene ascensor y las personas mayores con movilidad reducida, tenían muchos problemas para subir a sus viviendas”.
-¿En qué fase se encuentra este proyecto?
R: “Ya está en fase de ejecución. En el mes de noviembre se le dio el visto bueno al proyecto, y ahora se están tramitando las licencias y los permisos. Los vecinos están a la espera de que empiecen las obras. Están terminando las obras del edificio de al lado, y me imagino que cuando terminen empezarán con el nuestro”. ●