Terminar el mirador del Cristo de San Sebastián de La Gomera costará 2,5 millones de euros

El proyecto contempla, además de la ejecución del edificio, la adecuación del entorno, la recuperación de un ramal del sendero y la restauración de la imagen del Cristo
El nuevo mirador del Cristo, situado en la zona de El Machal en San Sebastián de La Gomera, cuyas obras se iniciaron en junio de 2015, con un presupuesto inicial de 623.889 euros, costará finalmente 2,5 millones. Esa es la cantidad que la Agrupación Socialista Gomera (ASG) ha presentado como enmienda a los presupuestos regionales para 2017. Así lo informó el portavoz de esta formación política en el Parlamento y presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo.
Curbelo precisó que se propone invertir 2,5 millones de euros para completar el plan de remodelación y acondicionamiento que el Cabildo acomete junto con el Obispado. Junto al edificio y adecuación del entorno, el proyecto incluye la recuperación de un ramal del sendero que enlace el camino hacia la playa de La Guancha con el Cristo. También se remodelará la imagen que da nombre al mirador. Curbelo aclaró que esta es una de las enmiendas a las cuentas regionales de Turismo, y añadió que en el mismo área se propone también la reconversión de la antigua cooperativa de Alojera en mirador, la conservación de la casa museo de Pedro García Cabrera y el incremento de la ayuda económica que se concede al Centro Coreográfico de La Gomera.
El proyecto del nuevo mirador del Cristo, que ha sido redactado por el equipo de arquitectos Ramiro Cuende y Santiago Gutiérrez, contempla la ejecución de un edificio de una altura bajo la plataforma que conforma el actual mirador, manteniendo prácticamente la misma superficie que actualmente ocupa éste, unos 700 m2. La cubierta del edificio se ubicaría, por tanto, en lo que actualmente es la plaza frente al Cristo, tendrá uso de terraza mirador. Bajo ella, en la planta inferior se ubican diferentes espacios. En el exterior se actúa sobre una superficie de 1.900 m2 aproximadamente.
La fachada de la nueva edificación a las orientaciones norte, naciente y sur está formada por la poligonal de las paredes de piedra existentes, con la singularidad de que se fuerza la apertura de dos grandes huecos en sus paños: un hueco panorámico acristalado con orientación noreste (vista a San Sebatián y a Tenerife al fondo, con frente a los vientos alisios dominantes) y una apertura exterior con terraza a cota de la sala inferior (+226) con orientación sureste (vista a la costa sur, más resguardada del viento).
De esta manera, se diseña una sala polivalente con los servicios necesarios para acoger a los visitantes, y a la que se accede por una amplia rampa peatonal que, partiendo desde la zona poniente de acceso y aparcamientos, permite una transición suave y sin barreras arquitectónicas desde el exterior hasta el interior. En el proyecto se ha considerado actuar mediante una arquitectura invisible, en donde los nuevos espacios creados queden mimetizados en el paisaje preexistente, manteniéndose el protagonismo de la pieza del Cristo y sus bancales. La sala interior se articula mediante la creación de un pequeño patio, que permite ajustar las alineaciones y la singular geometría del lugar, a la vez que ayuda a crear las necesarias condiciones de confort interior (luz y ventilación).
La ubicación del patio en el perímetro del pódium central del Cristo y la ubicación en el mismo de agua con vegetación de marcado carácter vertical (cipreses) ayudan a una lectura respetuosa y singular del lugar.
El diseño y pavimentado de la actual plaza a cota +229,50 permitirá su utilización alternativa para actividades exteriores al margen de la apertura de la sala inferior. Contempla, entre otras particularidades, una fina lámina de agua a modo de estanque, y de un órgano eólico, buscando la integración de los sentidos en el conjunto de la obra.
El espacio interior, concebido como la suma de dos piezas ancladas entre sí a través del pequeño patio ajardinado que las suelda, pretende cumplir una función principal como espacio expositivo y de interpretación, y una función secundaria de servicios y equipamientos a los visitantes. Para ello, se dispone de una sala diáfana, que permite en sus extremos la ubicación de las dos grandes aperturas de huecos indicadas anteriormente, cada uno de los cuales mantiene la singularidad dada por su ubicación, vistas y orientación. En la zona cercana al patio se disponen de otros espacios necesarios (control, servicios públicos (aseos PMR) y aseos del personal y sala de video, articulándose una segunda salida de evacuación del edificio desde este sector, mediante rampa peatonal adaptada.
El protagonismo recae en los elementos naturales, disponiendo adecuadamente, por ejemplo, vegetación autóctona emblemática y siempre propia del lugar. Se emplearán las técnicas y soluciones locales en la construcción de las paredes de piedra utilizadas en los miradores, evitando la imposición de estilos extraños al modo de hacer local.
El Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, también conocido como Cristo de San Sebastián, es uno de los símbolos más importantes de San Sebastián de La Gomera. Gracias a la predisposición de quien fuera presidente del Cabildo y Delegado del Gobierno en la Isla, Domingo Mendoza Ascanio, pudo hacerse realidad esta obra. Fue encargada al escultor bilbaíno José Larrea Echániz (1890-1976), esta colosal obra de piedra de 5 metros de altura y 13 de pedestal. Comenzó a concebirse a principios de la década de los sesenta, colocando su primera piedra en 1962. Fue finalmente bendecido en julio de 1964 por el obispo de Tenerife, Luis Franco Cascón. Se ubica en un mirador, en donde se aprecian unas impresionantes vistas del Teide en la vecina isla de Tenerife.●