“Probablemente, la facultad de Bellas Artes tenga la relación coste/m2 más baja de los edificios desarrollados últimamente por la ULL”

Juan Antonio González – arquitecto, miembro de GPY Arquitectos, estudio que realizó el proyecto de la nueva faculta de Bellas Artes de la ULL
La época de crisis económica no es buen momento para inaugurar obras públicas ambiciosas. Y la nueva Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna lo es. En su presentación, el pasado día 5 de septiembre, la opinión pública se fijó más en los 23 millones que costó, que en los valores estéticos y cualidades funcionales del proyecto realizado por GPY Arquitectos.
Juan Antonio González, uno de los tres miembros del estudio tinerfeño, ha explicado a ABECE CONSTRUCTIVO que “probablemente, tenga la relación coste/m2 construido más baja de los edificios desarrollados últimamente por la ULL”. Y añade que habría que preguntar a la Universidad que “si el proyecto se hubiera hecho hoy en día habría reducido la dimensión total de la nueva Facultad, ajustando el programa de la misma”.
-En los medios de comunicación se han oído algunas críticas al coste de la obra, 23 millones de euros. ¿Si el proyecto lo hubieran realizado hoy día, lo habrían hecho tan costoso?
“En el proyecto se han utilizado materiales y técnicas básicas en nuestro entorno (estructura de hormigón y vidrio colado en cerramientos y carpinterías). Probablemente, el centro tenga la relación coste/m2 construido más baja de los edificios desarrollados últimamente por la ULL. Quizá la pregunta adecuada sería si hoy en día la Universidad hubiese reducido la dimensión total de la nueva Facultad, ajustando el programa de la misma”.
-En el concurso de adjudicación del proyecto del año 2004, ¿fueron muy exigentes los requisitos y las necesidades que debía cubrir el proyecto?
“Partimos de un programa de necesidades pormenorizado, aportado por la Universidad, que definía las características funcionales de las distintas estancias y los criterios específicos para la configuración del nuevo centro”.
-¿Tuvieron libertad para hacer lo que querían?
“El encargo del proyecto parte de un Concurso Público de Ideas (Concurso de Anteproyecto para la construcción de la Nueva Facultad de Bellas Artes) convocado por la ULL. El jurado del concurso valoró la apuesta creativa de nuestra propuesta, que obtuvo el Primer Premio. El proyecto ejecutivo posterior desarrolló la idea del anteproyecto premiado”.
-Después del cambio de ubicación y del retraso debido a la línea de alta tensión y a los problemas en la financiación, ¿cómo ha cambiado el proyecto?
“En relación al cambio de parcela, el proyecto tuvo que adaptarse ligeramente a la nueva localización manteniendo las características principales de su organización espacial. El problema de financiación afectó sobre todo al plazo de finalización, que se dilató en el tiempo con el fin de acomodar la ejecución de la obra a la menor disponibilidad presupuestaria anual”.
-¿En el edificio hay una separación clara entre la zona de talleres de pintura y escultura y otras clases prácticas, y la zona de aulas de teoría y de dibujo?
“Existe una diferenciación funcional por zonas y por niveles del edificio. En la zona este se sitúan las aulas taller de escultura y las aulas prácticas de pintura y dibujo, mientras que en la zona oeste se sitúan las aulas de informática, laboratorios, aulas teóricas, seminarios y zonas de profesores”.
-¿La flexibilización de los espacios la consiguen con estores y cortinas?
“El área docente se caracteriza por una organización modular que se vuelve flexible, gracias a la utilización sistemática de tabiques móviles transversales. Este sistema permite variar la dimensión relativa de las distintas estancias y por tanto adaptarse fácilmente a transformaciones futuras”.
-En una construcción en la que predomina el hormigón, ¿cómo consiguieron que entrara la luz suficiente a las aulas?
“En el proyecto predomina el hormigón armado que configura la envolvente exterior, y el U-glass (vidrio colado) que define el cerramiento traslúcido que recorre todo el edificio separando los espacios abiertos de los usos docentes específicos”.
“El tratamiento arenado (mateado) del vidrio favorece una iluminación homogénea y difusa en los espacios de trabajo”.
-¿Hay un diálogo, como ocurre en otros proyectos suyos, entre el espacio interior y el exterior del edificio?
“La parcela del nuevo edificio se encuentra físicamente separada del actual campus universitario de Guajara por una avenida de gran tráfico rodado. En este contexto, la primera intención del proyecto fue establecer el tratamiento del espacio libre y las relaciones con el entorno, como base del diseño, configurar el edificio como prolongación del espacio público, para aumentar las sinergias entre el nuevo centro y la ciudad, y entre el nuevo centro y el complejo universitario existente. De esta manera, la plaza pública de acceso se configura como dilatación de la avenida principal y lleva de forma natural las circulaciones del Campus al interior del edificio, que envuelve parte del espacio libre en su interior, definiendo un campus íntimo que configura el paisaje interior de la Facultad”.
-El Libro Blanco de Bellas Artes se publicó en junio de 2004, al mismo tiempo o posteriormente a la elaboración del proyecto del edificio. ¿El hecho de que se puedan impartir en esta facultad todas las titulaciones incluidas en el Libro Blanco, es una casualidad?
“Justamente este hecho explica la importancia de la apuesta por una distribución flexible, ya que el programa del centro fue elaborado con anterioridad a la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior y su obra desarrollada durante el periodo de convergencia”. ●