La financiación para la rehabilitación de hoteles, una notica no tan buena

Argeo Semán – presidente del Colegio de Arquitectos de Canarias, en la demarcación de Tenerife, La Gomera y El Hierro
La situación de los arquitectos canarios es tan negativa que las noticias aparentemente buenas, cuando las analizan pormenorizadamente no resultan igual de oportunas. El posible convenio entre el Gobierno de Canarias y los banqueros para financiar con 3.000 millones de euros la rehabilitación de la planta hotelera de las Islas desde ahora y hasta el año 2020, no es un acontecimiento tan destacado para el presidente del Colegio de Arquitectos de Canarias, en la demarcación de Tenerife, La Gomera y El Hierro, Argeo Semán.
“Ojalá esa iniciativa no solamente fuera para la rehabilitación de los hoteles, también de la edificación en general. A pesar del peso específico que tiene el turismo en el producto interior bruto, no deja de ser pequeña la superficie destinada a uso hotelero que se pueda renovar o rehabilitar, frente a la gran superficie edificada de uso residencial”, puntualiza el responsable de los arquitectos.
Para Semán, deberán pasar unos siete años hasta que los arquitectos canarios vuelvan a trabajar con normalidad. Antes se deberá sacar al mercado todo el stock de viviendas nuevas que están sin vender, terminar las construcciones que están a medias, empezar las que tienen licencia y aprobar por las administraciones las que tienen visado. Aunque el presidente de los arquitectos matiza que eso “no deja de ser una predicción con la bola de cristal”. “Todo dependerá de que los bancos sean capaces de deshacerse de todos esos activos tóxicos o no tóxicos, como lo llaman ellos, que tienen ahora mismo dentro de su patrimonio. O de que quieran ir a una velocidad distinta, y vuelva a fluir el crédito. Entonces el tiempo será más corto”.
Sobre los benéficos que podría traer a los arquitectos canarios la Ley de Costas, para el directivo del Colegio de Arquitectos, la norma no es nueva, sino “una modificación de la que estaba vigente. Y en principio no parece que, salvo algunas cuestiones de legalización, pueda tener alguna repercusión, pero desde luego muy minoritaria”.
Por el contrario, una norma que perjudica claramente los intereses de los arquitectos es la Ley de Servicios Profesionales, que habilita a los ingenieros con competencias en edificación a firmar proyectos, que Semán califica como “el mayor disparate que se le ha ocurrido al Gobierno en mucho tiempo”. No hay ningún ingeniero en este país que tenga competencias para hacer edificación con carácter general. “Todas las competencias están basadas en función del uso, y por lo tanto los ingenieros tienen competencia para hacer naves industriales, y algunas cosas respecto a los usos comerciales e industriales en general, pero no para el uso residencial”.
“La persona que ha dicho que hacer un cajón constructivo para meter dentro una granja de cochinos o un almacén de plátanos es lo mismo que meter dentro a personas, es un ignorante que no tiene nombre. Durante la formación de los arquitectos, no solo de los de hoy, también los de hace ya muchos años, han estudiado lo que significa el problema de la vivienda, que no es en absoluto el problema del cajón, que sea bonito o feo. Es realmente del uso funcional de la vivienda, y eso jamás lo han estudiado los ingenieros, por mucho que sepan hacer forjados”, agrega Semán.
Y sobre la Ley de los Colegiación Profesional, el presidente de los arquitectos canarios manifiesta que el Gobierno miente, cuando explica que en Europa no ven bien la situación española. “Hay precios mínimos establecidos y honorarios orientativos en Alemania, en Francia, en Italia… Pero no son de hace 20 años. El de Alemania hace menos de un año que se aprobó. Nos están contando una historia que no se corresponde con la realidad.
La Ley de los Colegios Profesionales ha dividido al Gobierno: por una parte está el Ministerio de Fomento “que entiende la función de los colegios de arquitectos”, y por otro, el Ministerio de Economía, que “cree todavía que la libre competencia y la ley de la selva nos va a hacer mejores. Lo que no dice es que en el camino de búsqueda de esa mejoría, nos vamos a matar unos a otros”. “Una de las cosas que pretenden es eliminar a los colegios profesionales, porque en la medida que tú no tengas una representación con capacidad de diálogo, estaremos sueltos cada uno por su cuenta”, asegura el presidente de los arquitectos. ●