«Se han realizado actuaciones en el subsuelo de la iglesia de La Concepción para mitigar los efectos de una elevada presencia de agua»

José Miguel Márquez Zárate – arquitecto de Estudio Márquez, junto a José Miguel Márquez Martinón
Se han realizado una serie de actuaciones en el subsuelo “para mitigar los efectos de una elevada presencia de agua que conlleva una fuente de humedad por capilaridad”. Así explica a CANARIAS EMPRESARIAL el arquitecto José Miguel Márquez Zárate, miembro del Estudio Márquez, junto a José Miguel Márquez Martinón, una de las cuestiones “esenciales o fundamentales” del proyecto de restauración denominado ‘II Fase B’ y ‘Accesibilidad’ de la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción, de Santa Cruz de Tenerife. Ya se ha ejecutado, pero “aún está pendiente de estudio, análisis, conclusiones y ejecución de medidas correctoras definitivas que eviten la presencia de agua en el subsuelo, bajo el Monumento y en su entorno inmediato”, aclara Márquez Zárate. Esta segunda fase del proyecto, que ha necesitado de una inversión de 2.230.000 euros, se ha realizado 20 años después de la primera fase.
-¿Por qué se ha tardado 26 años en ejecutar la segunda fase de la obra de restauración de la iglesia?
«Constituye una buena pregunta para aplicarla a la mayoría de nuestros Bienes de Interés Cultural. Posiblemente la razón de este retraso es genérica en el mundo de las obras de arte y patrimoniales, especialmente aquellas que se encuentran bajo la acción degradante y agresiva de determinados climas, del medio ambiente donde se ubican, masificación de visitantes que acogen, características del subsuelo para la arquitectura donde se asienta o para la arqueología y tantas variantes en un país tan rico en monumentos y en contenidos históricos, muchas veces contrapuestos a los intereses económicos de una sociedad cambiante y en permanente evolución de retos. ¿Hacia dónde? Esa es otra cuestión.
De lo expuesto y por la denominación del Proyecto por el que se pregunta es fácil deducir que las necesidades son muchas y los recursos, además de limitados, se priorizan hacia otros fines previsiblemente más inmediatos y aparentemente sociales, sin olvidar que la defensa de nuestra historia y de sus monumentos es igualmente social y fundamental para nuestra cultura e identidad, entre otros muchos aspectos, como así lo establece específicamente la Constitución en su artículo 46».
-¿Esta segunda fase de la restauración de la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción se inició en abril de 2018?
«Según la información que disponemos, la adjudicación de la obra se realizó en la última semana de diciembre del pasado año 2017. El replanteo se realizó a finales de enero, pero determinados servicios y dependencias anexas se encontraban ocupadas con actividades, enseres y materiales diversos que hubo que modificar, desplazar y trasladar, además de coordinar la señalización y restricción interna de accesos al personal ajeno a las obras o cumpliendo determinadas condiciones establecidas de manera conjunta con la empresa adjudicataria, como algún desalojo y el uso de ciertos aseos. Al final, la empresa dio ritmo a los trabajos programados a partir del mes de marzo de 2018».
-¿De qué materiales están construidos los pilares y los muros del templo?
«Las columnas y pilastras están construidas mediante superposición de tambores tallados de cantería de toba roja tomados con mortero de cal y en los muros hay de todo, pero predominan los históricos de mampostería con piedra basáltica irregular a dos caras, aglutinados con barro y calzados mediante ripios presentando sus mejores paramentos a los frentes exteriores. También, en mucha menor medida, los hay de ladrillo rojo cocido, de cemento y de cantos del Sur».
-¿Cómo estaba de afectada la estructura?
«Presenta las patologías habituales de un edificio con una carga de siglos a su espalda, que ha sufrido transformaciones, ampliaciones, remontas, huracanes, terremotos de mayor o menor intensidad, vibraciones por el tráfico, lluvia ácida e inundaciones cíclicas hasta hace muy poco».
-¿La principal obra de esta segunda fase de la restauración ha sido la canalización perimetral interior del templo para evitar la absorción de agua por capilaridad?
«Si el concepto principal lo definimos como lo esencial o fundamental, por oposición a lo accesorio, hay que señalar que, en este momento, aún está pendiente de estudio, análisis, conclusiones y ejecución de medidas correctoras definitivas que eviten la presencia de agua en el subsuelo, bajo el Monumento y en su entorno inmediato, al parecer procedentes del barranco por el sur y especialmente del contorno urbano de la ciudad que le rodea, aguas arriba, por el poniente y el norte. Por el naciente, el litoral costero y la carrera de mareas, con posible inversión de la red de saneamiento, que por allí discurre, en determinados días de fuertes lluvias.
Respecto a su pregunta, las canalizaciones de ventilación natural ejecutadas, tanto por el interior de las dependencias intervenidas como por el perímetro exterior, donde no hay imbornales o redes de evacuación de pluviales, son actuaciones de carácter paliativo en orden a mitigar o minimizar los efectos de una elevada presencia de agua que conlleva una fuente de humedad por capilaridad, todo ello muy presente en el entorno de este conjunto histórico».
-¿Qué otras actuaciones se han realizado?
«En la Capilla de San Pedro se ha calculado y ejecutado una nueva estructura lignaria, de su forjado piso, acorde con las malas condiciones ambientales reinantes por exceso de humedad en el subsuelo, como un problema derivado del barranco con el que colinda, de las aportaciones naturales de aguas de escorrentía presentes en el lugar (calle inmediata denominada La Noria –máquina para elevar agua de un pozo poco profundo-) así como las normales pérdidas en la red de suministro de agua a la población y en la red de saneamiento, todo ello externo al Monumento y pendiente de una solución definitiva.
La estructura sustituida estaba arruinada, en peligro de colapso, por la acción de los hongos. Igual trabajo de reposición se ha realizado en una parte de la cubierta de la vivienda parroquial y mantenimiento de la estructura existente en la dependencia sudoeste del Templo. La singular torre se ha remozado en su totalidad y se han tomado medidas para evitar la presencia de palomas en su interior con lo que se impedirá el anidamiento y el deterioro de la estructura de madera por la acción de los ácidos presentes en los excrementos generalizados de estas dañinas aves en presencia de agua. En el nivel correspondiente al cuerpo que alberga las campanas se han fijado diferentes fracturas de la cantería, conocidas como consecuencia de la oxidación-exfoliación de determinados perfiles metálicos incrustados directamente en la piedra que hacían de yugos de aquéllas y que transmitían a la piedra las vibraciones de sus toques.
Se estima que el ascenso a la torre con seguridad permitirá una singular visión de la Ciudad. El resto de los trabajos ejecutados han estado dirigidos a la recuperación funcional, interior y exterior, de todos los espacios vivideros que circundan el área de culto que están destinados a cubrir los servicios derivados de las obligaciones sociales que emanan en modernidad de la Parroquia Matriz de Santa Cruz de Tenerife».
-¿Cómo se han reparado las cubiertas?
«En esta fase solo se ha procedido a la reposición de una cubierta inclinada, preexistente a un agua, que conforma una pequeña parte de la vivienda parroquial, concretamente los espacios de cocina, dormitorio y aseo, así como en la dependencia sudoeste del Templo, aneja a la Capilla de San Pedro. En cuanto a las cubiertas generales de teja curva tradicional se ha actuado en el mantenimiento de las canales, reposición de aquellas que están sueltas, rotas o desportilladas y en la linterna que ilumina el crucero, así como en la cubierta exterior de la Capilla de Carta. También se ha restaurado e impermeabilizado la cubierta plana de la dependencia ubicada en el ángulo noroeste del templo».
-¿También se debió restaurar el artesonado de la iglesia?
«El área de culto ha quedado exenta de obras de arquitectura y, por tanto, sus artesonados son los que se restauraron hace 26 años recuperando, en aquel momento, la visión primigenia del interior de la Iglesia que la hace excepcional en Canarias. Sin embargo, sí que se ha intervenido en el resto de la carpintería exterior e interior de los espacios destinados a servicios parroquiales, mediante mantenimiento o reparación de la existente y reposición de las inexistentes o irrecuperables».
-Y en cuanto al nuevo museo de la Catedral de La Laguna, ¿Ese inmueble fue en algún momento anterior una dependencia anexa a la Catedral?
«Se trata de una antigua casa tradicional separada de la Catedral por una calle, hoy desaparecida, que discurría entre aquella y las Casas Capitulares. Su uso hasta fecha reciente era el de vivienda, con uso residencial independiente del uso religioso y está perfectamente identificada en el plano de la Ciudad realizada por el Ingeniero Leonardo Torriani, en la manzana inmediata, por el nordeste, a continuación del cabecero de la Iglesia Nuestra Señora de los Remedios».
-¿Se construyó en la misma época que la Catedral, y con materiales similares?
«En cierta manera, las Catedrales nunca concluyen y crecen con la fe de los pueblos. En su crecimiento y durante el transcurso de los siglos coincidirían ambas construcciones, pero con diferente despliegue en sus respectivas arquitecturas y medios: una al servicio de la religión, como edificación magnífica a la mayor gloria de Dios, y otra, la vivienda, a una escala residencial media para uso de una familia. No obstante, en lo relativo a la tradición constructiva, los materiales estructurales fueron similares pero acordes con la economía de ambos planteamientos: la Iglesia con la potencialidad y fuerza colectiva de una comunidad pujante; la vivienda se acomete con la ajustada economía de una familia».
-¿Cuáles eran los principales problemas que tenía esa edificación? ¿Cuáles fueron las actuaciones que se llevaron a cabo en su restauración?
«La casa había sufrido importantes modificaciones respecto del edificio original, especialmente las derivadas de transformar la inicial vivienda unifamiliar en dos simétricas, duplicando para ello cocinas y servicios, y aprovechar la planta baja para una actividad comercial. En esta operación se tuvo que invadir el patio central por el naciente en toda su altura y, además, se ocupó sus laterales norte y sur, en una planta, acabando de mutilar el espacio más importante en torno al cual se articulaba el programa funcional de la casa.
Todo ello se ha purificado eliminando construcciones parásitas y, en consecuencia, se han perpetuado los volúmenes dignos de conservación en cada siglo. Ahora, además de salas de exposición, se puede recorrer las cinco etapas de crecimiento de este inmueble desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XXI. La construcción, en su última etapa, presentaba ruina generalizada en la estructura leñosa de techos (hundimientos) y forjados (deformaciones excesivas), algunos muros desplomados y con instalaciones totalmente obsoletas. Igual situación se presentó en los forjados aligerados de hormigón armado conocidos como ladrihierro (con el acero exfoliado).
Por ello, hubo que desmontar y reponer, ajustadas a legislación, las cubiertas, los forjados y las escaleras. El forjado de la primera planta cuenta con una barrera que evita la propagación del fuego y la casa dispone de una instalación contra el fuego, detectores de humo, cámaras de vigilancia y flexibilidad en la toma de suministro eléctrico, todo ello acorde con las normas vigentes. Dispone de dos aseos para minusválidos. Se han recuperado los pavimentos originales de valor (losa chasnera en patio y loseta hidráulica con dibujo en galería baja y zaguán, este último con zócalo de cerámica enmarcada en madera) al igual que las proporciones áureas que rigen la composición de los volúmenes primigenios principales, incluyendo el patio, ahora protegido de la lluvia por una lámina de cristal, y los pilares de madera que sustentan el corredor perimetral o galería alta que lo conforma».
-¿Qué características tiene?
«La superficie en planta de la parcela sobre la que se actúa es de 400,21 m2, además del patio lateral colindante de servicio y escalera de evacuación de las Casas Capitulares que se remodela para introducir un ascensor para minusválidos que permita la accesibilidad sin barreras entre plantas. La superficie construida para salas de exposición asciende a 671,27 m2 y la superficie útil a 589,82 m2, todo ello desarrollado en dos plantas, conservando un cuerpo de mirador sobre sus cubiertas tradicionales y con un traspatio posterior que facilita la evacuación en caso de tener que desalojar el edificio.
El ingreso a la casa es muy acogedor, característico de un uso doméstico, y el recorrido de la misma a través de salas espaciosas, en ambas plantas, es continuo y fluido, sin repetir itinerario. Para quien conoció el estado del anterior edificio sorprende la diafanidad de los espacios recuperados ya que los mismos habían sido triturados, lógicamente respondiendo al logro de un mayor número de camas en la casa, con sus correspondientes servicios higiénicos».
-¿En las obras de restauración que se han realizado en la casa, se han ejecutado trabajos encaminados a convertirlo en un espacio expositivo, o eso se realizará en una intervención posterior?
«En la actualidad se está trabajando en el proyecto museográfico, su contenido y propuesta de recorrido. En este proyecto tendrá que incluirse la señalética que le sea propia para la información acerca de las obras de arte expuestas, pues la base estructural de los espacios, su iluminación y sus medidas de seguridad generales ya están contempladas y ejecutadas en la obra entregada para completar lo que requería el singular equipamiento cultural de la Catedral».