“El Museo de Bellas Artes se hará con una estética contemporánea pero en armonía con lo preexistente”

José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez – arquitectos, del equipo Linazasoro & Sánchez Arquitectura, SLP, autores del proyecto del futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria
Convivirán un antiguo edificio con una estética contemporánea, una fachada restaurada con un interior diáfano, una división rigurosa con una estructura flexible. Los viejo y lo nuevo convergerán en el proyecto denominado ‘Numquam in campo sui fecit potestatem’, ganador del concurso para la construcción del futuro Museo de Bellas Artes de Gran Canaria en el antiguo hospital de San Martín.
El jurado ha elegido la propuesta de los arquitectos José Ignacio Linazasoro Rodríguez y Ricardo Sánchez González (del equipo Linazasoro & Sánchez Arquitectura, SLP), Felipe Gago Doreste, también arquitecto, así como Christian Jacques Perazzone, doctor en Historia del Arte, entre 28 proyectos presentados por equipos multidisciplinares procedentes de toda España. Linazasoro y Sánchez han explicado a ABECE CONSTRUCTIVO las peculiaridades de esta propuesta, que se adapta de forma flexible e idónea al proyecto museográfico, según el jurado del concurso.
-¿El edificio antiguo ha limitado la capacidad de actuación y ha complicado el proyecto, por ser poco adecuado al fin que se buscaba?
Ricardo Sánchez: “No precisamente. Se trata de un edificio de fuerte impronta en un lugar histórico como Vegueta y requiere su conservación y adecuación a nuevos usos. No obstante el edificio no es homogéneo y contiene actualmente numerosas construcciones que se fueron añadiendo en épocas recientes. Estos añadidos carecen en absoluto de valor y además son inadecuados para los usos que se pretenden. Por esa razón mantenemos exclusivamente las partes que tienen interés arquitectónico e histórico”.
-¿El edificio nuevo ha debido adoptar formas y estéticas rebuscadas para poder relacionarse con el edificio antiguo?
José Ignacio Linazasoro: “No. Se trata de intervenir con una estética contemporánea pero en armonía con lo preexistente y para ello no se requiere de formas rebuscadas sino de criterios arquitectónicos adecuados, como la escala. Por otra parte las intervenciones más decididas se producen en el interior del edificio, sin afectar a las fachadas”.
-¿La biblioteca tiene una posición central en el edificio?
R.S: “La biblioteca es un elemento capital en un museo ya que es el lugar en el que tienen cabida los fondos bibliográficos de las obras de arte y por ello es un lugar muy frecuentado por los investigadores. En consecuencia hemos reservado un lugar central en el interior del edificio, entre dos patios, para que resulte acogedora para los usuarios”.
-¿El espacio expositivo es suficiente para la cantidad de obras que se quiere exponer?
R.S: “Estimamos que sí. Hemos hecho un estudio de los fondos con los que cuenta el museo y los fondos futuros y valoramos que tiene capacidad suficiente”.
-Y el espacio de servicios complementarios: almacén, taller de restauración, área de gestión, área de acogida, auditorio, restaurante y bar, residencia de invitados… ¿es suficiente?
R.S: “Pensamos que también. Nos hemos ajustado al programa de necesidades de las bases del concurso y estimamos que se cumplen esos objetivos en nuestro proyecto”.
-Y en el exterior, ¿ha quedado suficiente espacio alrededor del edificio para poder verlo a distancia sin obstáculos?
J.I.L: “Uno de los objetivos de nuestra propuesta era la de generar un marco adecuado para el edificio que actualmente carece de vistas, ya que está orientado hacia calles muy estrechas, como la de Ramón y Cajal. Por esta razón proponemos una plaza enfrente de la fachada principal que permitirá visualizar el museo y abrirlo hacia el paisaje de la ciudad, en concreto hacia los riscos. Además de la nueva plaza se facilitan los recorridos hacia la parte baja, con una escalera y otra mecánica que unen la calle Ramón y Cajal con la calle Juan de Quesada”.
-En cuanto al uso de materiales, ¿usarán materiales de construcción antiguos para el edificio nuevo?
J.I.L: “Los materiales serán modernos en las partes en las que se interviene con nuevas construcciones. Teniendo en cuenta que estas ocupan espacios interiores del mismo, no supondrán cambio alguno en la percepción que del edificio se tiene actualmente. Por otra parte la intervención no supone, como ya se ha dicho, introducir formas y materiales absolutamente contrastadas con lo existente”.
-¿Su estudio de arquitectura ha realizado proyectos similares a este?
J.I.L: “En nuestro estudio se han realizado numerosos proyectos de edificios públicos, algunos ubicados en edificios históricos, como el Hospital del Rey en Melilla, Las Escuelas Pías de Lavapiés o la Zigherane de Rovereto (Italia). Por este motivo fui galardonado el pasado año con el Premio Piranesi-Prix de Rome, uno de los premios internacionales más importantes que se conceden a la trayectoria de arquitectos que han trabajado en temas patrimoniales”. ●